No. - 12. Julio 23-28, 2006
Una publicación semanal de ECOPAIS-ATISBOS- ANALÍTICOS.
VER CONTENIDO EN: http://ecopais-atisbos.blogspot.com/
A propósito de bombardeos y de guerras ...
Santos inocentes. Miembros de la Cruz Roja sostienen el cadáver cubierto de polvo de un niño fallecido en los bombardeos israelíes que costaron la vida a 57 civiles (37 niños).
http://www.20minutos.es/data/img/2006/07/31/501073.jpg Foto 2
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' yo siempre creía y creeré que los artistas que viven y trabajan según espirituales valores no pueden y no deberían permanecer indiferentes al conflicto en el que los altos valores de la humanidad y de la civilización están en juego. ' P. P. http://perso.orange.fr/art-deco.france/guernicesp.htm
“ … no oigo los gritos de la calle. La ficción es más poderosa que los lamentos de aquellos que sufren a nuestro alrededor. No por omisión deliberada, sino por un mecanismo psíquico que hace que el gran arte se apodere de la conciencia a tal grado que nos hacemos insensibles a los gritos de los hombres de carne y hueso.” G. Steiner http://www.elcultural.es/historico_articulo.asp?c=18393
TRISTES GUERRAS
Miguel Hernández *
Tristes guerras
si no es amor la empresa.
Tristes, tristes.
Tristes armas
si no son las palabras.
Tristes, tristes.
Tristes hombres
si no mueren de amores.
Tristes, tristes.
Gracias al envío de HOY de: LA ENTROPÍA laentropia@nodo50.org
Csa la ENTROPiA VIRTUAL. Desde el Ombligo del Mundo... emitiendo para Toda la GalaXia...
Pese a todo lo malo y pese a todos los malos, el Mundo sigue siendo un lugar en el que merece la pena vivir, amar y compartir... ( * http://amediavoz.com/hernandez.htm )
CONTENIDO
1.- LA NECESARIA EMANCIPACIÓN MEDIÁTICA. EL PENSAMIENTO ÚNICO Y LA NEUTRALIDAD IMPOSIBLE. Por Omar González.
2.- CARTA DE ORLANDO FALS BORDA A HUMBERTOVÉLEZ Y OSCAR COLLAZOS.
3.- “SOBRE LA UNIDAD PROGRAMÁTICA”, POR ALCIBÍADEZ PAREDES.
4.- NOTAS SOBRE LA UNIDAD DEL PDA. (Aportes al seminario del 17 y 18 de Junio de 2006). Envío del profesor Alvaro Sierra de Univalle, asisi50@hotmail.com .
5.“GUERRA O SOLUCIÓN NEGOCIADA”, EL MAS RECIENTE LIBRO DEL PROFESOR ALEJO VARGAS.
6.- LAS DEUDAS DE LA SEGURIDAD . “Hay esperanzas de que al ministerio de defensa haya llegado un ministro en propiedad”. POR FRANCISCO LEAL BUITRAGO.
7. “SEGUNDAS PARTES”. POR MANUEL GUZMÁN HENNESSEY.
8. “COLOMBIA EN EL PLAN PUEBLA PANAMÁ (PPP)”. POR FERNANDO ARELLANO ORTIZ.
9. “ENCUESTAS Y OPINIÓN” . POR ALBERTO RAMOS G
10.- Colombia después de Uribe: La consolidación autoritaria de la cultura política. Por Óscar Mejía Quintana
11.- GEORGE STEINER. ENTREVISTA en El Cultural de España.
12.- ESPACIOS RECOMENDADOS:
*** “ACTUALIDAD COLOMBIANA”, EDICIÓN 433
*** “EL YESQUERO”, No 111
*** “CAJA DE HERRAMIENTAS”, No 022
13.- Post Scriptum (Jul. 31, 2.006): Otras “Guerniquescas” imágenes y texto de Eduardo Galeano “¿Hasta cuándo seguiremos aceptando que este mundo enamorado de la muerte es nuestro único mundo posible?”
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1.- LA NECESARIA EMANCIPACIÓN MEDIÁTICA. EL PENSAMIENTO ÚNICO Y LA NEUTRALIDAD IMPOSIBLE. Por Omar González. Director del Icaic Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográficos http://www.cubacine.cu/
RED VOLTAIRE, Red de Prensa no Alineados. Julio 8, 2005.
http://www.voltairenet.org/article126301.html . Gentileza de Dolcey Casas, dolca1@andinet.com
En enero de 1995, en un recordado artículo que publicara en Le Monde Diplomatique, Ignacio Ramonet definió al "pensamiento único" como "una especie de doctrina viscosa, que, insensiblemente, envuelve cualquier razonamiento rebelde, lo inhibe, lo perturba, lo paraliza y acaba por ahogarlo"; y, también, como "la traducción en términos ideológicos con pretensión universal de los intereses de un conjunto de fuerzas económicas, en particular las del capital internacional."
1. Historias con olvido
Imagen: Judith C. Ordóñez / Gustavo A. López,(Mamani Mamani)
http://www.voltairenet.org/IMG/jpg/es-28_200.jpg http://hem.bredband.net/mamani_mamani/index.html
Corrían tiempos de incertidumbre y parálisis en la izquierda convencional, y de jolgorio y frenesí en la derecha, siempre inclemente. El capitalismo aprovecharía la ocasión para presentársenos, una vez más, como la única opción, la ineluctable, la democrática, aun cuando supiéramos que, en lo esencial de sus nuevas prolongaciones, se trataba del más desolador de los fundamentalismos, el del mercado como pauta de todas las cosas.
Para entonces, no pocos conversos, como alguna vez los llamara Günter Grass, y algún que otro advenedizo, entre los que contaría a Francis Fukuyama, habían decretado el fin de la historia y la muerte irreversible de las ideologías. Empezaban años de oscuridad y de renovado estoicismo para los revolucionarios y, en general, para las fuerzas progresistas del mundo. Una nueva izquierda, necesariamente difusa, multipolar e incrédula de viejos métodos y axiomas, comenzaba a estructurarse, y el impacto salvaje de la globalización iba a acelerar su crecimiento, en un marasmo de confusiones que aún pervive.
Pero tal escenario no fue obra de un día -si bien los acontecimientos aceleraron su manifestación-, ni únicamente consecuencia directa del fracaso del autoproclamado "socialismo real"; venía gestándose, como si se tratara del huevo de una serpiente, desde los tiempos remotos del colonialismo, que no vaciló en exterminar o disociar pueblos y civilizaciones enteros, porque era imprescindible aniquilar sus culturas para proponerse dominarlos a plenitud. Largo sería el camino: borrar la identidad, vaciar de memoria a generaciones y generaciones, fue, es y será tarea de siglos y de milenios. Sin esta noción crítica del pasado, no nos explicaríamos lo que acontece hoy.
El mundo ahora es propiedad de las corporaciones, que lo administran y controlan con mayor severidad que como lo hicieron antaño los colonizadores. Hace apenas dos años, Estados Unidos (48%), la Unión Europea (30%) y Japón (10%), dominaban la posesión de la industria, la banca y los negocios mundiales. Es alarmante saber que también controlan el 90% de la circulación mundial de información o, lo que es lo mismo, determinan la agenda y el punto de vista editorial de los medios masivos, a tal punto que las alternativas son condenadas a la marginalidad absoluta. En términos de exclusión y desigualdad, con la globalización neoliberal se han roto todos los récords. La mitad de la población mundial vive en la pobreza, más de 800 millones pasan hambre, alrededor de mil 50 millones son analfabetos y la tercera parte desconoce aún los beneficios de la electricidad. Peor, ni siquiera el infierno.
El Santo Grial del pensamiento único está en la Casa Blanca, regenteada ahora por un holding de viejos mazorqueros de la industria energética, armamentista y bursátil. Pero, digámoslo por justicia, no están solos.
Tras su fanatismo y tozudez primitiva -como en El cerebro de Donovan, de Curt Siodmak-, alguien piensa como, por y para ellos. Se trataría de una élite neoconservadora, integrada por ideólogos renegados y dogmáticos, lo mismo demócratas que republicanos, antiguos ultraizquierdistas y ex-liberales, neocristianos y xenófobos, adinerados todos, que, sin excepción, poseen vínculos orgánicos con los medios de comunicación más influyentes, varios de ellos a su cargo, y con las cabezas visibles de la Administración, al tiempo que incrustan y promueven ideas de naturaleza extrema.
En el trasfondo de este entramado filosófico, que no deja de ser coherente con los hechos de gobierno, estaría la sustentación teorética del nuevo tipo de fascismo que pretende imponérsenos, y que, como todo absolutismo, se basa en la reiteración de la mentira hasta lograr que reemplace a la verdad.
Sin embargo, estas nuevas falacias no tienen prosapia ni atractivo literario alguno. Clasificarían en el ámbito de lo tenebroso. Cervantes, que dedicó a la fabulación personajes y obras imperecederas, nos dice en el Quijote, por boca del Canónigo de Toledo que "...tanto la mentira es mejor cuanto más parece verdadera y tanto más agrada cuanto tiene más de dudoso y posible". En lo que atañe al actual gobierno de Estados Unidos, su mendacidad no evoca certezas ni provoca placeres, pues siempre conduce a la muerte mediante el engaño.
Únicamente en aquella sociedad, alucinada como ninguna, presa del pánico, la trivialidad y la desconfianza, puede la doctrina neoconservadora encontrar relativo asidero en determinados estratos, lo que no significa que no tenga cultivadores y partidarios en otros países. En lo esencial, quiérase o no, su explicación y raíz estarían en el miedo, que constituye, a fin de cuentas, el superobjetivo de toda ideología imperialista. Verbigracia, uno de los tantos recursos de que se vale la administración Bush en su cruzada contra el terrorismo.
2. El cerebro de donovan y la imagen del otro
Entre todas las maravillas y angustias que nos legara el siglo XX -el más breve de la historia, según Eric Hobsbawn- el cine (que nació antes, pero socialmente se realizó después), la televisión e Internet son, sin dudas, las que han experimentado un crecimiento exponencial más acelerado; el SIDA sería la calamidad por antonomasia. Cuando se analiza la circulación internacional del cine, lo primero que salta a la vista es la marginación de todo filme que no sea norteamericano.
Muy pocas producciones europeas, consiguen verse en Asia, África y América Latina, y mucho menos en los Estados Unidos, donde, como promedio, sólo entre el 1 y el 3% de los largometrajes exhibidos son de procedencia extranjera. Al interior del Viejo Continente, la situación tampoco es muy edificante. En Italia no se programa el cine español, excepto las obras de Almodóvar y Amenábar; en España no se disfruta el francés, y en Francia, que es donde se aprecia mejor cine no estadounidense, el producido en Latinoamérica se distribuye de tal modo que muy pocos pueden acceder a él.
En toda Europa, el estreno de cualquier filme globalista -léase producido por o con predominio de las majors de Hollywood- desplaza automáticamente de las pantallas al cine nacional. En 2002, España decreció en más de 6 millones de espectadores con relación al año anterior, continuó en picada en 2003, y aunque dio signos de recuperación en 2004, hasta alcanzar 140 millones de entradas vendidas -había logrado 137,5 millones en 2003-, su cinematografía perdió 3 millones de espectadores que fueron a dar a las salas que exhibían filmes estadounidenses. Hoy la cuota de mercado del cine español es de apenas 14% en su propio país, mientras que el norteamericano representa el 70%, y el del resto de Europa, el 13,6%. Las películas francesas, por ejemplo, sólo fueron apreciadas por el 1,19% de la totalidad de los espectadores ibéricos; las italianas, por el 1,15; las alemanas, por 0,50%.
Algunos estudios dados a conocer alegremente en Madrid hace unos días, comportan la sensación de que las circunstancias pudieran ser mejores de lo que parecen. Sin embargo, convendría desvestir las cifras y desentrañar sus esencias. La Encuesta de hábitos y prácticas culturales en España entre 2002 y 2003, incorpora esa perspectiva cuando sostiene que 62,1% de los 12 mil entrevistados asistió al cine alguna vez durante el período; 86,2 escuchó música; 22,4 dedicó tiempo a la lectura de un libro (no obstante afirmar que el 98,6% de los hogares cuenta con 125 volúmenes como promedio); 30,3 se informó mediante la lectura de periódicos, y 15% destinó buena parte de sus horas libres al uso de ordenadores. De igual modo, en una tendencia que es universal, cada español habría invertido la media diaria de 165,6 minutos en consumir programas de televisión, donde el cine ocupa el segundo lugar de preferencia luego de las noticias. Nada se dice, en el reporte de esta encuesta que recibo, acerca de la calidad y, menos aún, de la presencia, o no, de la gran cultura hispana en las prácticas y hábitos de los encuestados, lo que me obliga a preguntas que el lector comprenderá: ¿cuánto hay en estos números de telebasura, música tecnoclónica, banalidad, cine metralla, manipulación de la información, literatura shopping y contenidos digitales reprobables? ¿Cuánto hay de riqueza espiritual y cuánto de empobrecimiento humano?
Por su parte, el Observatorio Europeo del Audiovisual continúa presentando cada año su informe Tendencias del mercado mundial de filmes, en cuya edición de 2004 se afirma que los veinticinco países que actualmente forman la Unión Europea, produjeron 752 largometrajes de ficción en 2003 (sólo veinticinco más que en 2002, cuando eran quince estados), y que se vendieron 954 millones de tickets (4,4% menos que el año anterior). De estos últimos, sólo el 26,6% fue adquirido para ver películas propiamente europeas; en cambio, el 71,2% estuvo destinado a proyecciones de filmes norteamericanos, y apenas el 2,2% a la producción del resto del mundo. Como se aprecia, la preponderancia del cine hollywoodense es también abrumadora a escala comunitaria, a pesar de que la totalidad de los países de la UE produjo más películas que Estados Unidos, donde esta vez sólo el 2% de lo exhibido fue de procedencia extranjera.
Para ilustrar aún más la realidad que hemos descrito, cabe agregar que únicamente en tres países (República Checa, Finlandia e Irlanda), sendos largometrajes de procedencia nacional consiguieron ser más taquilleros que El Señor de los Anillos: las dos torres y Matrix Reloaded, y que sólo seis películas de los diez nuevos estados miembros, pudieron ser exhibidas comercialmente en la vieja Unión, donde alcanzaron, léase bien, la patética cifra de 37 mil espectadores, o, lo que es igual, 0,004% de la totalidad. Estaríamos hablando de cinematografías otrora tan celebradas como la húngara, la polaca y la misma checa. En contraste, el animado norteamericano Buscando a Nemo -de los Estudios Pixar, pero distribuido por Disney-, logró nada menos que 37,7 millones de entradas vendidas, mil 18 veces más que los seis filmes de los nuevos estados miembros.
Si este es el paisaje después de la batalla en la culta, integrada e industrializada Europa, cuna del cinematógrafo, qué ocurrirá en otros territorios menos favorecidos o eternamente expoliados por la acción del Norte. En el caso de África, América Latina y buena parte de Asia -por diversos motivos, China, India y algunos estados musulmanes serían una excepción- todo cálculo, por manipulado que esté, conduce a peores diagnósticos. Para quienes se empeñan en parecer ingenuos ante la asfixiante realidad que acompaña a la globalización, estos datos deberían resultar anonadantes.
Pero hay más, tantos casos como periferia. Sobrecoge el de Argentina, país con larga tradición cinematográfica, que si vive hoy momentos de promisoria revitalización de la producción nacional, la herencia del menemismo, medularmente diseccionada por Pino Solanas en su documental Memoria del saqueo, continúa postergando sueños y asfixiando deberes. Considérese que en el año 2004, según estadísticas del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA), ese país tuvo 41 millones 313 mil 329 espectadores, de los cuales 77% optaron por películas norteamericanas, 13,2% por filmes nacionales, 4,8 por cine europeo y 0,4% por el cine de otros países latinoamericanos.
En tal período, sólo tres de los 61 largometrajes nacionales exhibidos rebasaron las 500 mil entradas vendidas, dos de ellos por encima del millón. Como hemos señalado otras veces, para los genuinos realizadores audiovisuales de los países subdesarrollados, la alternativa no puede ser imitar o postrarse a los pies de Hollywood, sino encontrarse a sí mismos en la turbulencia de sus cosmogonías y en la apropiación crítica de los nuevos soportes tecnológicos, a riesgo, incluso, de quedar en el intento o de las consabidas contracciones curriculares.
Imagen: Judith C. Ordóñez / Gustavo A. López,(MamaniMamani)
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Sin voluntad política, tampoco habrá continuidad de un cine nacional en nuestro mundo. Apostemos por las nuevas tecnologías, ciertamente más viables y "democráticas", pero es imprescindible que tengamos con qué y sepamos cómo utilizarlas. Un cine propio es otra barrera frente a la seudocultura del pensamiento único, un escudo, un verdadero problema de seguridad nacional.
La coherencia del imperio es impecable cuando se propone actuar ante cualquier forma de disidencia. Su arma más poderosa es el dinero, que tiene en el mercado el elemento regulador más eficaz de la conciencia pública. Aquí me viene a la mente -tendría que explicarme por qué en este preciso instante- el caso del controvertido Andy Warhol, reconocido como uno de los más importantes artistas plásticos estadounidenses del pasado siglo, quien, provisto de un carácter corrosivo y escéptico, llegó a afirmar: "Comprar es más norteamericano que pensar". Y en esa misma tónica, cuando le preguntaron, en 1970, si era verdad que le gustaría ser una máquina, comentó: "-Es que la vida duele... Si pudiésemos convertirnos en máquinas, todo nos dolería menos. Seríamos más felices si estuviéramos programados para ser felices." Y en 1971: "- ¿Cuáles son sus planes futuros? - No hacer nada." Y en 1977: "- ¿Ha ido a votar alguna vez? - Una, pero me asusté mucho. No podía decidirme por quién votar. - ¿Cree usted en el Sueño Americano? - No, pero sí creo que se puede hacer algo de dinero en su nombre." Y, por último, en 1985, tres años antes de su muerte: "- En cuanto a los años 60..., le dice el periodista. - Oh, no, todo es más excitante ahora. - ¿En qué sentido? - Hay más de todo. Los artistas plásticos son las estrellas. Ahora está el video-art, el nightclub-art, el latenight-art... - Entonces los artistas finalmente están recibiendo el reconocimiento que se merecen. - No. Lo que tienen es la atención de los medios."
De eso se trata, de la "tiranía de los medios", y del hecho cierto de que el arte pop norteamericano ya se había consolidado como bien mercantil a mediados de la década de los ochenta -Duchamp no estaba para padecerlo-, en una tendencia que sigue en ascenso, y que se ha convertido en la obsesión de todos los grandes coleccionistas, para quienes hacerse de un Warhol, un Rauschenberg o un Jasper Johns, equivale al frenesí del usurero.
Ya sé, citaba a Warhol porque se lo tragó el sistema. Hay rebeldes que se quedan sin causa.
3. Un espejo llamado internet
En el ciberespacio se calcula que existan más de 8 mil millones de páginas Web -otras fuentes hablan del doble; generalmente, ninguna coincide-, innumerables fotos (dicen que Google indexa más de 800 millones), cifras siderales de correos electrónicos, periódicos y otras publicaciones en línea, así como música, imágenes y texto en los más disímiles formatos.
Los discretísimos vaticinios de Nua Internet Surveys a finales del siglo pasado, cuando pronosticaba que los usuarios de Internet llegarían a 350 millones en el año 2005, han sido arrasados por la realidad.
Es un alarde de las leyes de Murphy, que, como se sabe, las escribe Arthur Bloch. Cada solución genera nuevos problemas, reza una de ellas. De hecho, la mayor parte de los indicadores han venido duplicándose regularmente, lo que no significa que no choquen con sus propios límites ni dejen de acrecentar las asimetrías socioculturales que caracterizan a nuestra época.
En un contexto tan previsible y al mismo tiempo tan incontrolado, como el que hemos descrito, no es difícil comprender que cualquier alternativa que no esté estructurada sobre bases de interacción, sea la más cruda metáfora de la soledad. Para lograr influir positivamente en el sujeto virtual, hay que utilizar mejor las escasas brechas y oportunidades que la globalización nos permite, lo que resulta más complejo si consideramos que, sólo desde el punto de vista lingüístico, Internet es también un espejo de las hegemonías.
De acuerdo con estudios de la finiquitada Global Reach.com, los usuarios de países originarios de habla inglesa, representaban el 35,2% de la totalidad mundial en septiembre de 2004, y los de idiomas de origen europeo, exceptuando los angloparlantes, el 35,7%. Quedarían fuera el hindi, el chino y otras lenguas originarias de países densamente poblados, sobre todo de Asia, en cuyo caso el ímpetu se torna irreversible.
En cuanto a la estructura geográfica del cibermundo, los datos que aporta la entidad española ABC del Internet, que estimaba el total de usuarios en 888 millones 681 mil 131 en marzo de 2005 -para Global Reach eran 801 millones 400 mil en septiembre del año anterior- nos revelan la naturaleza nada homogénea del acceso a las nuevas tecnologías, condicionado por la región donde se viva y el consiguiente nivel de desarrollo económico. Así, en tanto África (1,5%), América Latina (6,4), Medio Oriente (2,2), Oceanía (1,8) y Asia (34%, pero con sólo el 8,4 de penetración en sus más de 3 mil 500 millones de habitantes) representaban el 45,9% del total de usuarios; América del Norte (24,9) y Europa (29,2), acumulaban el 54,1% a escala planetaria. Queda en claro el espejismo de la globalización en materia de comunicaciones digitales y la desigualdad intrínseca de la llamada sociedad de la información.
Imagen: Judith C. Ordóñez / Gustavo A. López,(MamaniMamani)
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En el caso específico de Estados Unidos -siempre según www.abcdelinternet.com-, en febrero de 2005 disponía del 22,6% de los accesos mundiales, con una penetración en sus habitantes de 67,8%. Compárese con Asia y comprenderemos mejor la magnitud del fenómeno.
Pero no hay que afligirse demasiado ante el peso de las estadísticas, cuya elocuencia parece irrefutable en el asunto que nos concierne. Si la Red la construyen los tejedores, enlazar todos los sitios y dominios alternativos no es una quimera. En esta dirección, el Encuentro Mundial de Intelectuales En Defensa de la Humanidad, efectuado en Caracas en diciembre de 2004, es un ejemplo de lo que podemos hacer si empleamos las nuevas tecnologías en función de un objetivo preciso y bien concebido.
Otro, la impresionante movilización internacional en torno al llamamiento Detengamos una nueva maniobra contra Cuba, formulado inicialmente por un reducido grupo de escritores y periodistas españoles frente al propósito del gobierno de Estados Unidos de condenar a la Isla en la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, que sesiona en Ginebra. Tanto en uno como en otro caso, la experiencia ha sido de una eficacia incuestionable, y en lo que se refiere al llamamiento, se consiguió involucrar a miles de prominentes personalidades de todo el planeta, quienes se adhirieron a él día tras día, en una secuencia que duró varias semanas.
La comunidad virtual y mediática internacional, sobre todo en Italia, México, Argentina, Portugal y España, también se hizo eco de esta última acción, incluyendo varios periódicos habitualmente dedicados a la satanización de la Revolución cubana. El establecimiento desinformativo, si bien continúa en su campaña de tergiversación, se vio obligado a abrir espacio a la disensión real, incluso a partir de anuncios pagados por los muchos amigos de Cuba.
En cualquier caso, este fenómeno de la multiplicación solidaria tiene antecedentes de gran importancia durante los últimos cinco años; un período en el que la conciencia de lo digital se entronizó con las alternativas de la altermundialización. El Foro Social Mundial de Porto Alegre -y otros similares de índole regional o temática- deben tanto a los beneficios del pensamiento interactivo y al acceso a las nuevas tecnologías de la información, que sería imposible imaginarlos sin su existencia.
Redes como Indymedia, iniciadora del uso de Internet en las movilizaciones sociales -recuérdense las protestas contra la OMC en Seattle, en noviembre de 1999- y Nodo50, que agrupa a más de 840 organizaciones de izquierda y movimientos sociales, junto a un repertorio de revistas y periódicos digitales en diversos idiomas, emisoras de radio y televisión comunitarias, entre otros, constituyen un incipiente, aunque todavía poco concertado, tejido de voces.
Unificar sus intenciones sin ignorar sus peculiaridades, sin la sombra estéril del protagonismo excluyente, que tanto daño ha hecho y hace a los esfuerzos integradores de izquierda, sería tarea de la mayor prioridad mientras combatimos la embestida imperial, convencidos como estamos de su envergadura y de la urgencia de vertebrar una respuesta coherente y necesariamente organizada.
4. Otras razones de lo imposible
La expansión inicial de la televisión estuvo ligada a su función informativa y a su probada eficacia para el entretenimiento y la difusión publicitaria; hoy en día predomina la última de estas razones.
El análisis del hecho noticioso -el periodismo de opinión-, es identificado con el aburrimiento; lo que cuenta es la En el diseño de programación, los comentaristas son relegados a espacios coyunturales, y están condicionados por su apariencia física, independientemente de sus aptitudes intelectuales y su autoridad acerca de un asunto determinado. La marca de las instituciones que representan es más importante que su identidad en tanto especialistas o expertos supuestamente renombrados. Cadenas como la CNN, ABC o History Channel, cuyos perfiles son distintos, están plagadas de este tipo de construcción efímera.
La mentira como sistema y hábito, irradiada por los centros de poder, reproducida hasta la saciedad por las agencias de noticias, las televisoras, los periódicos y revistas, la radio y el maremagno de ingenios de la comunicación corporativa en nuestra época, provoca reacciones cada vez más desconcertantes, aunque comprensibles si nos atenemos al principio de que el consumo mediático es sobremanera acrítico allí donde mayor es el acceso a las nuevas tecnologías. En tal sentido, cabe entender lo expuesto por Amy y David Goodman en un artículo que ha dado la vuelta al mundo, y que fuera publicado originalmente en el Baltimore Sun el 7 de abril de 2005.
Además de aportar evidencias acerca de lo mañosas que resultan algunas encuestas -en los Estados Unidos, como en ningún otro país, son determinantes a la hora de decidir sobre cualquier asunto- los autores enfatizan en las consecuencias de la falta de diversidad informativa en un contexto marcado por la influencia de un gobierno en el que veinte agencias federales han invertido nada menos que 250 millones de dólares en la creación y envío de noticias falsas a las televisoras locales en relación con la guerra de Irak.
De ahí que no sea de extrañar que aún el 56% de los norteamericanos crea firmemente que el gobierno de Sadan Hussein tenía armas de exterminio masivo en el momento de producirse la invasión yanqui, y que seis de cada diez participantes de esta nueva encuesta de ABC y The Washington Post, piense que Bagdad brindaba ayuda directa a Al Qaeda.
Esto, cuando incluso el Congreso de Estados Unidos e influyentes personalidades de aquel país -como el ex Secretario de Estado Colin Powell, en reciente entrevista concedida a la revista alemana Stern-, han reconocido que todo fue un fraude que sirvió de pretexto para la agresión. Otras mentiras pudiera narrar, pero son tantas, que más vale seguir con lo que todavía es verdad. El canon mediático que prevalece en nuestra época, es el occidental anglosajón, tanto en el diseño de lo informativo como en las artes de la comunicación audiovisual.
Los descamisados y amerindios puros no clasifican en las televisoras bastardas o de clientela; los negros, por lo general, tampoco; los mestizos, si tienen los ojos verdes, suelen ser bien acogidos para presentar programas o actuar en culebrones de mala estirpe. En cuanto a la publicidad, ni siquiera en emisoras de Perú, Ecuador, Bolivia o México, el modelo se aparta del dogma. Muy raras veces he visto un anuncio de cerveza que no apele a una mujer rubia y joven -lo que añadiría otro problema, el del lugar de la mujer en los medios-, ni el de un auto pilotado por un indígena, así sea urbanizado. A ciencia cierta, sería difícil de conciliar con la realidad de todos días.
Los bancos de imágenes para la publicidad pueden estar en Sydney, Tokio, Nueva York o Los Ángeles, y, visto desde allí, el resto del mundo es, acaso, folclore y paisaje. A Ed Meyer, el zar de los anuncios, "el hombre de los 445 millones", como lo llaman ahora en los Estados Unidos, le importa un bledo la situación de Haití. Ni falta que le hace, comentarán los cínicos.
Benetton, con su bucolismo epidérmico y su marketing del arcoiris, ha intentado hacer del pastiche multiétnico un estilo sui generis, pero sus resultados denotan, cuando salen bien, una vulgar instrumentalización del otro. Es un emporio demasiado avieso como para llegar a la profundidad en todos los colores, y revelarnos, por ejemplo, la inocultable amargura del negro.
La CNN en español es particularmente ilustrativa en lo que se refiere a esta hibridez aséptica. Una televisión alternativa tendría que ser, como se lo ha propuesto Telesur, el proyecto de emisora regional que vienen promoviendo Venezuela y otros países latinoamericanos, una oportunidad para los que no tienen rostro, para los ignorados y olvidados, para el verdadero color de nuestra identidad, para los que todo lo saben, porque lo han sufrido, y nunca se les ha permitido hablar; en fin, para los condenados de la tierra, que jamás han sido los ricos. En el año 2002, el consumo mundial de televisión aumentó en 180 segundos, lo que elevó el promedio existente a 204 minutos (3,4 horas) por persona diariamente. Con respecto a 2004, he leído que ya ronda los 250 minutos. El país con mayor teleaudiencia hace dos años fue Estados Unidos, con un percápita de 4 horas y 16 minutos al día -en la Unión Europea (cuando los 15), llegó a ser de 3 horas y 22 minutos-.
En cuanto a géneros, la Ficción ocupó el primer lugar, con el 74% de los diez programas más sintonizados a escala mundial, incluyendo al cine, del que, específicamente el norteamericano, representó el 60% de los filmes más vistos. O sea, por si fuera insuficiente lo que ocurre en las salas de cine, la llamada "caja tonta" se encarga de constreñir cualquier resquicio por donde entrarían las posibles alternativas de una programación diversa e inteligente.
La humanidad, cuya defensa lo precisa todo -y todo sería poco- necesita con urgencia de la emancipación mediática. La globalización de las comunicaciones, al tiempo que ha propiciado el diálogo, la instantaneidad, el conocimiento y la identificación de y con el otro, para no referirme a sus incuestionables beneficios en otros campos, ha transformado al individuo en un animal consumista, dependiente de la voluntad hegemónica y sin capacidad de extrañamiento ante su rutina diaria. Rehén de las circunstancias, su única ambición es formar parte de la manada, creyéndose diferente y próspero. Por eso, pretender ser neutral ante las trágicas realidades descritas en este artículo, es no sólo inadmisible, sino irresponsable. Y bien sé que no lo he dicho todo.
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2.- CARTA DE ORLANDO FALS BORDA ofalsborda@cable.net.co A HUMBERTO VÉLEZ Y OSCAR COLLAZOS
Nota: Los textos de Vélez y Collazos los publicamos en A. A. No. 68 y en PCV-11
Queridos colegas y amigos Humberto y Oscar:
Al cabo de mi doloroso período de reclusión por la muerte de María Cristina -golpe duro, como lo podrán suponer- tuve la fortuna de leer sus dos reflexiones sobre los profesores de la Facultad de Sociología, en especial Camilo, María Cristina y mi persona.
Fortuna, porque me hicieron volver el alma al cuerpo, y sentir el corrientaza de la solidaridad y, más que eso, la comprensión por tareas y procesos del pasado que, en su momento, no parecían ser trascendentales.
Estábamos cumpliendo un deber sagrado de educar y de brindar a la juventud las herramientas intelectuales que nosotros mismos habíamos heredado, asimilado y, por fin, criticado.
Seguramente barruntábamos las consecuencias inmediatas, como ocurrió con las decisiones últimas de Camilo Torres, y nos alistábamos a lo peor porque así nos lo había enseñado la clase dominante al ejercer el poder político: un poder violento y cruel para con disidentes y herejes como lo fuimos entonces, y como quedo yo ahora, en mi soledad parcial de los actuales movimientos sociales.
Sin embargo, ustedes dos, con el sesudo y sereno análisis de Humberto, y las sentidas observaciones de Oscar, me han dado el honor de colocarme en la historia reciente del país con un reflejo o aureola que nunca esperé.
No debo quejarme, en vista de las últimas evoluciones políticas y universitarias, no sólo en Colombia sino en muchos otros países, pero quizás me salvó la longevidad que se le escapó a María Cristina y a Camilo.
Qué raro: después de viejo se advierten y descubren aristas de un trabajo que parecía plano y más bien rutinario. Me he sorprendido, como al leer las frases finales de Humberto para referirse a mi persona como epígono de la izquierda colombiana. Con cuánto reconocimiento y humildad recibo esta increíble conclusión!
Humberto y también Oscar me colocan así ante una grave responsabilidad inmediata, como es el de pensar, repensar y actuar en el inmediato proceso.
Debo decirles que para esta tarea actual no me anima ninguna ambición burocrática o de figuración, como lógicamente puede ser la de muchos de mis colegas actuales en el mundo político.
Aún más, trabajo para que figuren y dirijan, para que sean los dirigentes de nuevo cuño que soñamos en los años 60 con Camilo cuando concebimos las primeras reglas de la Acción Comunal, después prostituidas por los gamonales.
Es la nueva dirigencia que debe suplantar a la actual, la que debe asumir la responsabilidad histórica. Yo poco puedo hacer al respecto, menos ahora con mis achaques. No puedo ser poder detrás de tronos, ni ningún criollo Rasputín loco.
Mis esperanzas siguen radicadas en líderes inesperados, bisoños, nuevos, quizás impolutos, como Carlos Gaviria y los dirigentes del nuevo Polo con todos sus componentes provenientes del Frente Social y Político, el MOIR, hasta del Partido Comunista que tanta ojeriza me tenía.
Veo esperanzas en Robledo, Gloria Cuartas, Avellaneda, Borja y tantos otros que están arriesgando sus vidas por nuestros ideales originarios.
Por el momento insistiré en la búsqueda histórica de nuestros valores originarios hacia un socialismo raizal, propio y auténtico que sea entendible y fácil de identificar por las masas.
De pronto ésta sea mi postrera contribución. Ojalá sea satisfactoria no sólo para la práctica política sino también para el conocimiento social, histórico y cultural.
Les invito a ustedes dos, Oscar y Humberto, a estimularme en este último esfuerzo, que ojalá sea bien comprendido.
Ustedes tienen el estilo y el acceso periodístico que se necesita para multiplicar estos mensajes áridos de la academia, así sea comprometida como la que intenté introducir en la Universidad Nacional. Vamos a vernos de nuevo, así lo espero, y celebrar estas cosas aquí en Bogotá, porque ya no puedo viajar a Cali o a Cartagena.
Pero aquí los esperaré con los brazos abiertos y con el corazón abierto a ustedes y a lo que representan en el nuevo país, en la Colombia Regional que nos sigue animando los sueños.
Reciban un grande abrazo de gratitud, de Orlando Fals Borda.
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3.- “SOBRE LA UNIDAD PROGRAMÁTICA”.
POR ALCIBÍADES PAREDES. Profesor Universidad Santiago de Cali, asisi50@hotmail.com , aparedes@telesat.com.co ATALAYA No.134, Junio 2006
Ya enunciamos que presupuesto para mantener la unidad del Polo lo es el que tenga un programa común Esto es apenas obvio: si cada sector del Polo tuviera su propio programa político, el P:D:A. no tendría una real existencia. Pero, precisamente, aquí radica un obstáculo básico para la política unitaria. ¿Si cada organización del Polo es portadora de una tendencia ideológica propia, como convertir esa diversidad en compacta unidad programática? ¿No será este un problema como el de la cuadratura del círculo? No negamos que lograr la unidad en este campo no es fácil. Sin embargo, tampoco es una misión imposible. . Existen ciertas condiciones sobre las cuales se puede construir la unidad programática. La primera a considerar es el carácter democrático de los integrantes del Polo. Si todo son portadores de políticas democráticas, es evidente que sobre esta base es posible levantar la unidad.
Desde luego, en la práctica política, la democracia no es un término unívoco. Unos le dan cierto significado, para otros, tiene una connotación diferente, y hasta opuesta. Por ejemplo, el presidente Uribe denomina “seguridad democrática” su “guerra total”. Para defender su “democracia”, propuso un “estatuto antiterrorista” de perfil fascista, que la Corte Constitucional tuvo el acierto de tumbar. También hace parte de la “democracia” uribista, arrebatarle a los asalariados derechos sociales conquistados en pasadas épocas, v.g. suprimió el pago de las horas extras. Para un demócrata de izquierda, todas esas medidas son profundamente antidemocráticas. Podemos, por tanto, afirmar que el concepto democracia tiene un sentido, según se le mire desde la izquierda o de la derecha.
Ahora bien, si partimos del supuesto de que todos los partidos y movimientos que integran el Polo son de izquierda, ello implica que comparten un determinado concepto de democracia. Y, consecuentemente, podrían sellar la unidad política en torno a un programa democrático. La dificultad surge cuando en el Polo aparecen políticas de centro. Es sabido que esta es una tendencia que podemos calificar de conciliadora, como que busca llegar a acuerdos con la derecha para mantener el statu quo. ¿Qué hacer, en este caso? Sacarlos del Polo para que se sumen al uribismo, no sería inteligente. Lo procedente es incorporar a sus bases a la oposición al gobierno de Uribe, para que a través de su propia experiencia comprendan que la política de centro, lejos de ser democrática, es de esencia, antidemocrática. La posición del Polo frente al gobierno de Uribe – con meridiana claridad la plantea Carlos Gaviria – es de firme oposición. La denominada “oposición constructiva” o “patriótica” es la que hacen los liberales, a cambio de puestos y otras prebendas. Nosotros, en el Polo, no le apostamos a la oposición de mentiras. Y está claro que no nos limitamos a proclamar que somos la oposición auténtica, sino que lo vamos a demostrar participando en todas las luchas de los trabajadores contra la política patronal del gobierno.
Desde luego, el Polo debe presentarle al pueblo colombiano un programa político, que contenga los objetivos que nos proponemos lograr, en la actual etapa de lucha. Este programa debe ser la plataforma unitaria de todo el movimiento. Sin embargo, la cosa no es tan sencilla, que digamos. ¿Qué cuestiones debe comprender el programa? ¿A qué sectores sociales pretende reivindicar? Sin duda, encontrar respuestas a estos interrogantes no es nada fácil. En la izquierda tradicional, un programa debe ser – fundamentalmente – obrerista. Pero la estructura social del capitalismo contemporáneo no se la puede reducir a la dicotomía burguesía/proletariado, como en los tiempos del Manifiesto. Desde luego, en teoría, la clase obrera, si bien no es vanguardia del movimiento anticapitalista, sí ocupa allí lugar central. Si el vanguardismo obrerista es ahora un anacronismo político, el antiobrerismo es siempre reaccionario. Lo justo es considerar que en la lucha por más democracia, el proletariado es básico. Una democracia sin participación de los obreros no tiene sentido.
Empero, no nos parece adecuado proceder a determinar, por así decirlo a priori, los sujetos sociales del Polo. Mejor sería establecer, primero, cuáles son los objetivos fundamentales del movimiento democrático. Esto nos permitirá colocar la cuestión de la unidad programática sobre una base concreta. En este orden, no dudamos que el problema prioritario a resolver es el del conflicto armado. Sabemos que la derecha uribista pretende resolverlo mediante la “guerra total”. El presidente Uribe suele hacer declaraciones sobre su disposición a entablar negociaciones políticas para alcanzar un acuerdo de paz. Pero lo evidente es que se trata solo de retórica, pues toda su política está encaminada a buscar la derrota militar de las guerrillas. Por supuesto, por este camino estamos condenados a padecer no cien años de soledad, sino cien y más años de guerra. Los liberales acolitan el belicismo uribista, con un cínico aditamento: que se debe incrementar el gasto social. Se hacen los ciegos para no ver que a medida que los gastos de guerra se incrementan, en esa misma proporción se reduce el gasto social. Y para colmo de males, los centristas del Polo también le jalan a la política de guerra, solo que de modo vergonzante. Pero también en el Polo hay cierta izquierda que se pliega a la política de las FARC, pues comparten con los “Comandantes” la ilusión de una “toma del poder”. Es la versión izquierdista de la “guerra total”.
¿Cuál la posición del Polo frente al conflicto armado? Ante todo, lo democrático es que sea discutida y decidida por las bases de los partidos y movimientos que lo integran. A ningún jefe le reconocemos el derecho de trazar, arbitraria y personalmente nuestra posición frente al conflicto armado. Desde luego, el que tenga iniciativas al respecto, está en su derecho plantearlas, que sean discutidas, y, finalmente, a que las bases decidan si las acogen o no. En esto consiste la democracia interna. Pero además de este aspecto procesal, está la cuestión sustancial: ¿cuál será el contenido político del acuerdo de paz? Porque la paz con las guerrillas, ni de lejos tendrá alguna similitud con los “acuerdos” de El Ralito. Con los paracos las negociaciones no giran en torno a reformas políticas, pues aunque una “ley” los califique de delincuentes políticos (“sediciosos”), lo evidente es que en las “negociaciones” con ellos, jamás se planteó reforma política alguna. Todo se reduce a asegurarles impunidad por sus crímenes, seguridad para el disfrute de los bienes arrebatados a los campesinos, y que no sean extraditados. El que espere que sobre la “ley de justicia y paz” es posible un acuerdo de paz con las guerrillas, definitivamente tiene seco el cerebro.
Las negociaciones de paz con las guerrillas son otra casa. La experiencia de El Caguán es valiosa, y pensamos que puede ser retomada, naturalmente con ciertas necesarias modificaciones. La Agenda común de 12 Puntos puede ser punto de partida en la discusión de las reformas políticas a considerar en el acuerdo de paz. Está claro que la Agenda Común no se debe convertir en una camisa de fuerza en las negociaciones. No olvidemos que fue un acuerdo entre el gobierno de Pastrana y los Comandantes guerrilleros. El pueblo colombiano no participó en ese evento. Y nosotros, como demócratas, no aprobamos lo que se haga a sus espaldas. La experiencia del gobierno de Uribe – marcada por un exasperado autoritarismo – puso de manifiesto que este antidemocrático rasgo constituye aspecto esencial de la Carta del 91. Los sectores de la izquierda no pueden levantar la “defensa de la Constitución del 91”, sin hacerse cómplices políticos del despotismo constitucional implantado. Tengamos presente que el presidencialismo autoritario no está consagrado en uno o dos artículos de la Carta del 91, sino que invade todo el cuerpo constitucional, como un cáncer generalizado. Pues bien, este desmesurado poder presidencial, en la Agenda común fue un tabú que los Comandantes de las FARC respetaron. Y todo indica que en el PDA el tabú sigue. Nosotros, por nuestra parte, sostenemos que la tesis de construir democracia es incompatible con la “defensa de la Carta del 91”. Una sociedad democrática no se puede levantar sobre la autocracia presidencial consagrada en nuestra actual Carta. Manes de Stalin!!
En consecuencia, el Polo Democrático debe proponerse realizar un debate interno, con participación real de sus bases, para elaborar un proyecto de reformas políticas constitucionales, que sea parte fundamental de su programa electoral. Para facilitar una discusión democrática, sería conveniente que apareciera un órgano de prensa en el que se pudiera discutir las distintas iniciativas de reforma. Desde luego, la dirección del Polo no debe elaborar un “material de discusión”, con la pretensión de canalizar la discusión, pues hay experiencias que enseñan que el resultado de esto es el de ponerle una camisa de fuerza a la controversia de tesis, y abrirle paso a la manipulación burocrática.
Sin duda, el programa del Polo no se puede reducir a presentar un proyecto de reformas políticas. Hay toda una serie de problemas sociales que reclaman apremiante solución. La izquierda debe, desde ya, impulsar las luchas necesarias para enfrentar estas situaciones. Según nuestro criterio, el problema social más apremiante que tiene el país, es la pobreza que padece más del 66% de su población. Muchos de estos pobres viven en condiciones de vida inhumanas, marginados del mundo moderno. Están por fuera de las relaciones de producción capitalista, del trabajo productivo, de los derechos derivados de la relación laboral. Son auténticos parias. Pero son producto del capitalismo colombiano. En esto no nos equivoquemos. Por tanto, nuestro programa tiene que ser anticapitalista. He aquí un tema fundamental a discutir. Miremos algunos ejemplos ilustrativos. En Colombia hay más de 4 millones de campesinos desplazados. ¿Viven como ciudadanos de una república liberal? Es obvio que no, pues ni siquiera tienen asegurada la más precaria comida. Sus condiciones de existencia son peores que la de los esclavos. Pues bien, ante esta verdadera catástrofe social, ¿el Polo que va a proponer en su programa? ¿Con qué medidas concretas piensa enfrentar esta inhumana situación? Por otra parte, hay 2 millones y medio de menores sometidos a despiadada explotación laboral. Y acaso los desplazados y los menores explotados, ¿no son problemas de la democracia? Interrogante crucial que requiere clara y categórica respuesta. ¿Como los liberales, también nosotros vamos a reducir la democracia a “elecciones libres”? Hay aquí un debate al que no le podemos sacar el cuerpo en el Polo. ¿Qué entendemos por democracia? ¿Solo será una categoría estatal, que se reduce a la división de los poderes, y a la representación política? ¿Será una cuestión de procedimientos para elegir la leadership política? ¿O también será una categoría social que tiene que ver con los desplazados, los niños explotados, los bajos salarios, con la concentración de la riqueza, la desocupación, con la miseria generalizada? El programa del Polo debe dar respuesta a estos interrogantes. Lo que presupone un gran debate interno, no solo entre sus dirigentes, sino – fundamentalmente – en sus bases. Los sectores dominantes mantienen al pueblo alejado de las discusiones políticas, para evitar el desarrollo de su conciencia política... Las izquierdas, por el contrario, tienen interés en que los de abajo aprendan a pensar con su cabeza, por esto estimula el debate ideológico entre ellos.
Abrir la discusión programática, en el Polo: es lo democrático
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4.- NOTAS SOBRE LA UNIDAD DEL PDA. (Aportes al seminario del 17 y 18 de Junio de 2006) Envío del profesor Alvaro Sierra de Univalle, asisi50@hotmail.com . Grupo "Tendencia de IZQUIERDA DEMOCRÁTICA DEL PDA."
El 28 de mayo la izquierda obtuvo un excelente resultado, sin precedentes en la historia política del país, al alcanzar un apoyo electoral de más de 2´600 mil votos por el candidato CARLOS GAVIRIA DIAZ..
Pero este, que es tan solo un resultado electoral, hay que transformarlo en un proceso político de maduración programática, organización política, oposición alternativa, formación y movilización popular, para crear las mejores condiciones de resistencia frente a la ofensiva de una derecha interna e internacional, envalentonada con los 7 millones de votos obtenidos por Álvaro Uribe Vélez.
El grueso del partido conservador y un sector mayoritario del partido Liberal entraron a engrosar el nuevo polo de la derecha, el complejo bloque de intereses económicos y políticos que se expresan en el uribismo.
El oficialismo liberal salió muy debilitado y lo más probable es que algunos de sus dirigentes busquen acercarse al gobierno y otros lo hagan hacia la izquierda.
En estos términos podemos hablar del fracaso del bipartidismo, sin perder de vista que se trata de partidos con una gran capacidad de adaptación, que podrían recuperarse, si el PDA no logra consolidarse como el proyecto alternativo de la democracia o si se desgasta el bloque uribista.
En el proceso de polarización que vive el país, el PDA salió perfilado como la opción de poder frente al uribismo. Con la ventaja de que la curva de crecimiento del PDA es ascendente, mientras que el uribismo ha llegado a su punto máximo de desarrollo, desde donde tendrá que manejar su compleja gama de intereses, la rapiña interna por los gajes del gobierno, la guerra interna por el carisma y reconocimiento alcanzado por CARLOS GAVIRIA DIAZ, una fuerte crisis política y una crisis social que resulta insoluble desde sus políticas excluyentes.
Pero el Polo hoy es apenas una expectativa, con óptimas posibilidades para convertirse en la opción que lidere el cambio, por el respaldo que ha logrado concitar en la opinión nacional, por el momento favorable de ascenso democrático que vive América Latina, por la confluencia en el PDA de muchos líderes que sintetizan varias décadas de las luchas democráticas en el país..
Nunca antes la izquierda había tenido tanta responsabilidad frente al país y a la construcción de la democracia. El éxito de la Constituyente del 91 o la elección de LUCHO en Bogotá, fueron cuartos de hora muy importantes en el proceso democrático, pero son apenas la sombra de la responsabilidad que después del 28 de mayo ha adquirido la izquierda.
Sin embargo, momentos muy difíciles le esperan al pueblo colombiano con la política que pretende poner en marcha el gobierno reelegido.
Mayor polarización social como efecto del tratado de libre comercio aprobado con los EEUU; incremento para el pueblo de las cargas tributarias, entre ellas el IVA, para compensar la reducción del impuesto a la renta; recorte de las transferencias, con graves consecuencias para la inversión social en los entes territoriales; nuevos impuestos para financiar la intensificación de la guerra; y recorte a la acción de tutela y a las funciones de la Corte Constitucional, para citar algunas de las políticas gruesas que pondrá en marcha el gobierno de Uribe Vélez.
Más autoritarismo y menos soberanía para servirle al gobierno de los EEUU como punto de apoyo de sus políticas económicas en el continente y de sus pretensiones político-militares contra la izquierda latinoamericana y particularmente, contra la República Bolivariana de Venezuela y el hermano país del Ecuador. La anunciada designación de Juan Manuel Santos como Ministro de la Defensa, es un claro síntoma de esa política.
Pero en forma paralela a esa estrategia antidemocrática, el gobierno utilizará parte de los recursos del presupuesto, del crédito y de la ayuda externa, para llevar adelante una ofensiva de carácter asistencialista que oculte los síntomas de sus regresivas políticas estructurales y que mantenga a flote la credibilidad del Gobierno.
A este escenario del “teatro contra la pobreza” fue mandado Luis Alberto Moreno, Director del BID y ex embajador ante el Gobierno de Washington, quien ayer apareció en la prensa como coprotagonista, al lado del expresidente Clinton
La política nefasta del Gobierno puede ser frenada, neutralizada y resistida solo si el PDA asume de manera seria y responsable la misión histórica de unidad, amplitud y organización que el pueblo le encomendó el 28 de mayo, al hacerlo depositario de la voluntad del cambio profundo que reclama el pueblo colombiano.
Pero a pesar de las grandes expectativas, posibilidades y responsabilidades, el PDA es aún, un incipiente propósito partidista que está obligado, a corto plazo, a fundir su identidad con esos 2.6 millones de trabajadores, jóvenes, mujeres, desempleados, pequeños y medianos empresarios, artistas, intelectuales, negros, indígenas, en fin con esa pluralidad de la Nación que el 28 de mayo le expreso su respaldo. Pero además, debe ganarse el reconocimiento de gran parte de ese 55% de la población que no vota porque no identifica una propuesta diferente a las descompuestas formas de la política tradicional o porque se decepcionó de ellas como consecuencia del engaño, la demagogia, la presión o las múltiples formas para comprar el voto o alimentar las clientelas.
Para hacer realidad esa gigantesca expectativa de poder del PDA, es necesario recoger lo positivo de las pasadas experiencias, pero desarrollar al mismo tiempo nuevas formas de acción política que permitan la participación más activa de la población.
Ya no basta con denunciar los errores del gobierno, sino que es, además, necesario convencer con políticas alternativas frente a los temas de interés general y también a las necesidades particulares más sentidas por sectores específicos de la población; ya no basta un proyecto deliberante que satisfaga las inquietudes de la militancia, sino que se requiere un partido capaz de organizar la inconformidad de la población y de estimular, unificar y liderar la lucha popular contra todo un modelo de exclusión social y represión; hoy no sirve un proyecto político centralizado y vertical, sino que se requiere la liberación de la iniciativa, la creatividad y la autonomía en los distintos espacios de la territorialidad o la sectorialidad social, actuando organizadamente, en estructuras más horizontales, incluyentes y participativas.
Pero se debe además, actuar en forma rápida. Sin precipitud, pero sin dilación. El PDA debe prepararse para enfrentar con éxito las elecciones regionales del 2007, pues ellas van a ser definitivas en la construcción territorial del poder, del partido y de la democracia y van a incidir significativamente en el rumbo de la política colombiana hacia el 2010.
Los Ejes de la Unidad
Nos corresponde, en consecuencia, a todas las corrientes internas del pensamiento y la práctica del PDA, acogernos a unos comunes mínimos que estimamos fundamentales y necesarios.
• La unidad del PDA. Resulta indispensable preservar la unidad interna de todas las corrientes que confluyeron en el PDA y de todas aquellas que, identificadas con los contenidos básicos del proyecto, adhieran con anterioridad o con posterioridad al Congreso de Unidad. Desarrollar la unidad de los procesos políticos y sociales de la democracia, como eje de la propuesta de construcción de poder y de cambio. Promover o estimular actitudes divisionistas en el PDA le haría mucho daño a los intereses objetivos de la democracia. No se le puede hacer el juego a las derechas que, desde sus editoriales o noticieros, estimulan la división del PDA. Para mantener la unidad del Partido, las diferencias legítimas en un proceso por esencia pluralista, deben resolverse con la búsqueda de consensos o en el ejercicio de la democracia interna.
• El Programa de Gobierno. El acuerdo sobre el ideario de unidad suscrito entre el PDI y Alternativa Democrática y sobre el programa de gobierno de la campaña de CARLOS GAVIRIA, como contenidos básicos del proceso de unidad, los cuales, deberán desarrollarse y mejorarse preservando la esencia de izquierda democrática de sus postulados. El Programa, particularmente, fue avalado por el pueblo el 28 de mayo en una inequívoca manifestación, de que quiere un cambio profundo en las estructuras económicas, sociales, políticas, ambientales y culturales del país.
• La Unidad orgánica. El acuerdo sobre unos estatutos o reglas de juego internas a las cuales deberán someterse todos los integrantes del PDA. En ellos se deben plasmar, en particular, la estructura común de organización del PDA y los criterios para el funcionamiento de las tendencias.
• Congreso de Unidad. Realizar en el segundo semestre de 2006 el Congreso de Unidad del PDA, que adopté el Ideario, el Programa, los Estatutos y que integre las instancias nacionales estatutarias.
• Transparencia. El ejercicio de la actividad política de los integrantes del PDA debe estar ceñido a una ética de plena consecuencia con los valores del humanismo y la democracia. Compromiso, verdad, tolerancia, responsabilidad, transparencia, honestidad, solidaridad, afecto, respeto, sencillez y sobretodo, la preeminencia del interés colectivo sobre las pretensiones individuales.
• Oposición Alternativa y Participante. El PDA debe hacer uso del derecho a actuar como oposición frente al gobierno, confrontando sus políticas con propuestas de amplio calado democrático que vayan construyendo en el imaginario popular el espacio de un gobierno alternativo y, de otro lado, recurriendo a la movilización social, en un proceso de acumulación de fuerzas, como el método para resistir y deslegitimar las políticas del Gobierno que afecten de manera más sensible los intereses del pueblo.
Con los propósitos de convertir la oposición en un camino más para la construcción del PDA y de formar o capacitar un equipo gobernante alternativo, resulta indispensable crear, dentro de la estructura del PDA, comisiones temáticas que se dediquen al análisis y elaboración de políticas públicas en las que se desarrolle el programa de gobierno. Resulta de interés, igualmente, hacer un estudio profundo de las causas del abstencionismo y la forma de incidir en él. Elaboraciones todas estas que deben además, alimentar la gestión parlamentaria del PDA.
• Liderazgo de CARLOS GAVIRIA. Reconocer como un hecho de sana conveniencia política para la democracia y como garantía para el equilibrio y la unidad del partido, que CARLOS GAVIRIA DIAZ asuma en forma inmediata, la interlocución del PDA con el país.
Si se está de acuerdo con estos criterios, como ejes fundamentales de la unidad, los demás aspectos son susceptibles de concertación en la mesa de unidad, porque obedecen a razones de oportunidad o de conveniencia para el mejor desarrollo de la unidad.
Es el caso de temas como el de la forma que debe asumir el proceso de unidad, la reglamentación de las tendencias, la integración de las instancias dirigentes, el compromiso de las bancadas, las selección de candidatos, los ajustes que hayan de hacerse a los estatutos o los aspectos que tienen que ver con la convocatoria y reglamentación del Congreso de Unidad, tales como, fecha, temario, delegados y preparación política
La Forma de la Unidad.
Para concretar la unidad se habla de hacerlo bajo la forma de un partido de tendencias, de un partido federado, de una coalisión o de un frente.
Todo parece indicar que no hay condiciones inmediatas para disolver en una estructura única de partido a todas las expresiones que confluyen en la unidad del PDA, ni para constituir un frente en el que la primacía de los sectores diluya la unidad.
Lo cierto es que se requiere un sistema de organización dentro del cual actúen todas las fuerzas convergentes y unas decisiones adoptadas dentro de ese sistema, que comprometan y obliguen al conjunto de los integrantes del PDA.
Esto nos pone en relación, más que con el sistema de organización, con el procedimiento para adoptar las decisiones políticas y particularmente, para integrar las instancias de dirección. O las decisiones obedecen a la dinámica de acuerdos políticos o se toman por procedimientos democráticos, es decir, por decisiones de consenso o de mayorías.
Somos partidarios de la democracia extrema, de los procesos ampliamente deliberativos y participativos, de las decisiones que comprometan el conjunto de la militancia del partido, de la construcción colectiva de la organización reconociendo las diferentes tendencias orgánicas existentes a su interior, pero privilegiando la consulta como a fórmula más democrática para dirimir los conflictos y superar los desacuerdos.
Creemos, en el espíritu de estas reflexiones, que la forma más adecuada para concretar la unidad del PDA, es la de un partido en el que los sectores que confluyen tengan el derecho a realinearse o a subsistir como tendencias organizadas.
De las tendencias.
En el proceso que vivimos al interior del PDI, defendimos el reconocimiento de las tendencias ideológicas y políticas, sin expresión orgánica y así quedó plasmado en los estatutos. Ello en razón a que la confluencia en el PDI no fue de procesos consolidados ideológica, política y orgánicamente, sino más bien de grupos que respondían a intereses coyunturales y electorales. Se hacía indispensable disolver los grupos y dar el salto a la configuración de tendencias que actuaran dentro de una estructura única de partido.
Hoy la confluencia en el PDA integra componentes con una connotación partidista ideológica y orgánica, lo cual implica plantearse la unidad como un proceso de construcción de identidades y confianzas, entre muy variados matices de la democracia.
Esta particularidad del PDA nos induce a plantear la necesidad de que, transitoriamente, las tendencias lleguen, más allá de su configuración ideológica y política, a un nivel de acción organizada, es decir, se trata de reconocer la existencia de tendencias orgánicas en el PDA.
El funcionamiento de las tendencias deberá ser reglamentado claramente en los estatutos del PDA.
Aportemos al debate algunos criterios para la reglamentación de las tendencias.
Las tendencias deberán tener un reconocimiento formal y expreso por parte de la Dirección Nacional del PDA; podrán establecer coordinaciones nacionales, departamentales o municipales, pero la acción partidista de los integrantes de la tendencia se hará dentro de las estructuras organizativas del PDA; podrán producir publicaciones de circulación interna y externa, siempre y cuando no vayan en contravía de las decisiones legítimamente adoptadas por el PDA; las sedes de las organizaciones convergentes serán sedes del PDA y en ellas podrán funcionar las tendencias reconocidas de acuerdo con los estatutos; podrán conseguir recursos propios únicamente para financiar las publicaciones o los encuentros tendenciales deliberatorios sobre las políticas partidistas y tendrán acceso a los recursos del partido de conformidad con las reglamentaciones de la Dirección Nacional.
Los Candidatos.
Los candidatos del PDA a cargos públicos o a corporaciones de elección popular, deberán ser militantes del partido y su escogencia y ubicación en la respectiva lista se harán por consulta interna entre los militantes afiliados al PDA en la respectiva circunscripción electoral.
Para la escogencia de candidatos a la Presidencia de la República, Vicepresidencia, gobernaciones o Alcaldías de Capitales Departamentales la consulta podrá ser abierta, según lo decida y reglamente la Dirección Política de la respectiva circunscripción.
Los integrantes de las instancias dirigentes del partido deberán ser, igualmente, militantes del PDA y su elección se hará por procedimientos democráticos que le den la mayor legitimidad posible.
En relación con los acuerdos político-electorales del PDA con otros sectores consideramos que deben ser analizados detenidamente y autorizados por la dirección del PDA en el respectivo departamento.
La organización del PDA.
Con el propósito de actuar en consecuencia con la necesidad urgente de construir el PDA y de recoger partidariamente las dinámicas, simpatías y resultados electorales es necesario proceder, de manera inmediata, con iniciativa y autonomía, a organizar desde la base y los territorios el PDA. A construir desde las localidades, municipios, departamentos y sectores sociales, espacios e instrumentos, tales como comités, sedes, publicaciones, capacitaciones, iniciativas y propuestas políticas, etc, que le den vida orgánica y presencia política real al PDA en todo el territorio nacional.
Llámense coordinadoras del PDA o mesas de unidad, lo cierto es que se trata de construir espacios horizontales de acción y coordinación política abiertos, más allá de los suscriptores del ideario de unidad, a todas las corrientes democráticas en que se expresa la dinámica social y política del país.
El Trabajo de organización del partido en Bogotá adquiere primordial importancia en este momento y reclama el compromiso y el concurso de todos, parlamentarios, concejales, ediles, coordinadores de localidades, candidatos al Congreso, líderes sociales y dirigentes políticos para articular el PDA en todas las localidades y a nivel distrital.
La pronta convocatoria del Congreso de Unidad y el proceso deliberatorio de su preparación ha de servir para fortalecer y decantar esta dinámica de construcción del PDA.
Por supuesto, que se trata de un proyecto amplio y abierto de construcción de la democracia, pero con la trama suficiente para que no puedan pasar por el cedazo quienes quieran aprovechar esta oportunidad para resolver pretensiones políticas o económicas de carácter personal. Esta debe ser una preocupación colectiva y permanente de los caracterizados promotores de la causa democrática del PDA.
Finalmente, en el campo de organización es necesario remarcar la reglamentación estatuaria de las bancadas del PDA
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5.- “GUERRA O SOLUCIÓN NEGOCIADA”
Presentación del libro del Profesor Alejo Vargas, Profesor de la Universidad Nacional , crvargas@andinet.com
UNperiódico (de la UNAL) JULIO 2.006
http://unperiodico.unal.edu.co/ediciones/95/14b.html
Guerra o solución negociada ELN: origen, evolución y procesos de paz
El profesor Alejo Vargas Velásquez presenta en su libro Guerra o solución negociada. ELN: origen, evolución y procesos de paz la historia del ELN. El autor tiene dos pretensiones, que se abordan al mismo tiempo a lo largo de los siete capítulos y los seis anexos que lo constituyen. Ellas son, primero, que se conozca al grupo guerrillero y, segundo, que como fruto de ese conocimiento se llegue también a su reconocimiento y a partir de él se pueda construir un diálogo que conduzca a la paz.
Guerra o solución negociada. ELN: origen, evolución y procesos de paz es fruto del trabajo de más de quince años del profesor Vargas, que es politólogo, doctor en Ciencia Política y Magíster en Política Social. Además, en algún sentido, el libro es la continuación de la labor desarrollada por el autor en otros libros y en otros trabajos, todos sobre el conflicto, todos sobre la construcción de la paz.
En los siete capítulos, el profesor Vargas reconstruye para los lectores la historia del ELN. En el primer capítulo se muestran los orígenes más remotos de la guerrilla, por allá en 1929, y su continuidad a lo largo del siglo, haciendo énfasis en la violencia liberal-conservadora de los años 50 y 60. En el segundo capítulo se narra el surgimiento del movimiento guerrillero. Para ello se acude a entrevistas y otras fuentes, que a cercan al lector al problema de la violencia en Santander y a los factores internos y externos que condujeron a su creación como movimiento guerrillero.
El tercer capítulo recoge la vida de uno de los personajes más significativos del grupo, Camilo Torres, y muestra todos los antecedentes que condujeron a su radicalización política y a su toma de las armas. En el capítulo cuarto se muestran más de cerca los orígenes ideológicos del movimiento, entre ellos su cercanía con el pensamiento del dirigente liberal Jorge Eliécer Gaitán, con el MRL y, también, con el marxismo. El quinto capítulo analiza y divide en tres grandes momentos el discurso del grupo, y muestra cómo ha ido variando su forma de actuar en lo político y en lo militar.
Al final, los capítulos seis y siete describen y analizan los distintos acercamientos que se han producido entre el movimiento y varios gobiernos en un intento por lograr un diálogo de paz que condujera a la paz. Como conclusión, como se dijo al comienzo, el libro pretende que se conozca mejor a este grupo insurgente, para que a partir de su conocimiento la sociedad civil se pueda hacer también parte de la paz. Es claro para el autor, como se muestra en los anexos, que sin un reconocimiento del otro no puede haber un diálogo que de verdad conduzca a la construcción de un clima de convivencia social.
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6.- Las deudas de la seguridad
FRANCISCO LEAL BUITRAGO, fleal@uniandes.edu.co , Profesor de la Universidad de los Andes
El Tiempo – Opinión, 24 de julio de 2006
Hay esperanzas de que al Ministerio de Defensa haya llegado un ministro en propiedad, pues los anteriores ejercieron como viceministros del Presidente. Pese a las encuestas y los logros en seguridad, son graves los problemas que la aquejan debido a las improvisaciones, la falta de cohesión y su énfasis represivo. En los dos primeros años del gobierno no fue muy difícil revertir los índices de inseguridad, debido al prolongado descuido oficial en la materia, al desastre heredado del frustrado proceso de paz y a la reorganización militar emprendida desde antes, a instancias de Estados Unidos. Pero luego vinieron el estancamiento, las dificultades y el crecimiento de los costos.
Las improvisaciones en el manejo de la seguridad han sido el pan de cada día. Basta con mirar lo que fue el enredo que culminó con la Ley de Justicia y Paz y el manejo de las desmovilizaciones y las supuestas reinserciones. Tienen escasa relación la supuesta política de paz con los paramilitares, la política de guerra con las Farc y el abanico de políticas disgregadas, como son las redes de informantes, el estímulo a las deserciones de combatientes ilegales, las recompensas por información y los soldados campesinos. La seguridad democrática se entremezcla con el Plan Patriota, que, según el léxico castrense, es su plan de guerra, aunque conviva con la negativa oficial sobre la existencia de un conflicto armado. A todo esto se le superpone la inercia del Plan Colombia y la imposición gringa de su fracasada política antidrogas.
Aunque el Gobierno impulsó la capacidad operativa militar, interfirió en su diseño sin que mediaran análisis con conocimiento suficiente sobre la materia. Además, acosó para que se cumplieran objetivos que imaginó fáciles tan solo con una voluntad política carente de la reflexión necesaria para enfrentar a las guerrillas. El Presidente descargó la responsabilidad de la seguridad en la Fuerza Pública e ignoró los medios políticos. El desprecio presidencial por la reflexión y el análisis académico castrenses impidió que se corrigieran grandes desaciertos. El temor de los mandos por las represalias presidenciales ahogó la discusión de alternativas y la capacidad de opinión. La ausencia de una concepción política integral, que guiara las acciones militares, se unió a la limitación de recursos de toda índole, para desembocar en una situación que exige cambios profundos. Se produjo un desgaste militar innecesario.
El nuevo ministro tendrá que diseñar correctivos. En el contexto global, no existe una visión política que articule las tres grandes políticas mencionadas. Habría que promover, por ejemplo, una ley marco de defensa y seguridad que guíe el papel militar complementario del objetivo nacional de lograr una paz duradera y, por ende, que no sea parcelada. En su diseño y desarrollo habría que establecer una visión estratégica que englobe a la Fuerza Pública, las instituciones estatales ligadas a la seguridad, buena parte de la sociedad civil y objetivos progresivos que tengan viabilidad y ante todo sostenibilidad.
En el plano operativo, la estructura de las unidades y la capacitación de sus mandos está llena de vacíos que limitan su eficacia y propician los errores. El dispositivo militar es abigarrado y disperso. El uso estratégico de la inteligencia no cuenta con el personal idóneo que exige una guerra irregular. La concentración de tropas del Plan Patriota en el sur del país no ha sido diezmada por las confrontaciones, sino por leishmaniasis, paludismo, minas antipersona, francotiradores y agotamiento de los recursos.
¿Habrá posibilidad para que la politiquería, la corrupción, la infiltración en las instituciones y la obsesión del Presidente por mantener su imagen permitan al nuevo ministro ejercer su papel con eficacia para bien de la democracia?
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7.- SEGUNDAS PARTES
MANUEL GUZMÁN HENNESSEY, Director del Centro de Pensamiento y Aplicaciones de la Teoría del Caos, centrodelcaos@gmail.com
Inédita, la segunda parte de un gobierno que reinicia operaciones, obliga a pensar sobre el tema de los dobles periodos.
Y porque resulta, para nosotros novedoso, vale la pena mirarla con otros ojos, los que sugiere la nueva ciencia física, esa que estudia los problemas de la turbulencia y la no linealidad de los sistemas.
Dicho en palabras cristianas: las segundas partes confirman el talante de las primeras, reiteran su contenido esencial, confirman sus preferencias, vuelven por sus fueros, se regodean en sus métodos.
La noción de reiteración, que en los sistemas políticos complejos adquiere visos de rabioso pragmatismo, se expresa en la física como iteración: una realimentación que implica la continua reabsorción de todo lo que ocurrió antes en el sistema.
Y cuando esto ocurre, el sistema -en este caso el gobierno- se robustece o se compensa (se fortalece o se debilita).
Alvin Saperstein, un físico del Centro para la Paz de la Universidad Estatal de Wayne, en Detroit, logró un refinado modelo de iteración con base en el análisis de la carrera armamentista que desembocó en la Segunda Guerra Mundial.
Su modelo estudia el fenómeno de la duplicación de los periodos, asunto que en la química se conoce con el clásico ejemplo del modelo Belousov Zhabotinsky.
Pero en las matemáticas resulta más elocuente el tema de la duplicación, si refrescamos los números universales de Feigenbaum. Trataré de explicarme: Feigenbaum encontró en 1976 que algunos periodos numéricos se duplicaban sin mayores explicaciones.
Esto le llamó la atención y quiso publicarlo, pero los editores de las revistas científicas se asustaron, y rechazaron su artículo, no obstante, el científico italiano Franceschini confirmó años después la intuición de Feigenbaum: analizando un problema de fluidos encontró la duplicidad sugerida por aquel.
Los franceses Libchaber y Maurer dieron el último paso (o el penúltimo) al confirmar todo aquello de manera experimental a partir de lo que hoy se conoce como la inestabilidad de Bénard.
Se preguntarán los lectores a qué viene esta engorrosa mención de matemáticos en una columna sobre el reinicio de un nuevo gobierno. Viene a que la nueva ciencia sugiere que a partir de los descubrimientos de las llamadas ciencias duras es posible estudiar la evolución de los procesos sociales y humanos.
Y el problema de la duplicidad de los periodos está regido por leyes más sutiles que las de la macroeconomía y la micropolítica (si a ustedes les parece que micropolítica debe ir entre comillas, les pido el favor de disculparme; yo la prefiero así).
Pero no deseo abundar en estas ciencias, y mucho menos en la micropolítica, porque bien comprendo que si se llaman a sí misma duras, debe ser porque lo son; por ello les propongo una disciplina blanda (¿aparentemente?): el arte.
No es un físico el precursor del análisis de los dobles periodos, sino un artista, Leonardo Da Vinci, y esto concita nuestra máxima atención; Leonardo dijo que la turbulencia puede acontecer como consecuencia de la duplicación de periodos.
¿Y qué es la turbulencia? pues eso mismo: un caos generalizado que se expresa mediante fuerzas atractoras que se caracterizan por jalar al sistema, cada una para su lado, según una lógica particular, borrosa e impredecible.
Por supuesto que ni Leonardo ni yo estamos actuando aquí como emisarios de la mala fortuna. ¡Dios nos libre!
Aunque tampoco estaríamos descubriendo el agua tibia si afirmáramos que el barco ha comenzado a moverse de forma turbulenta. Y eso que no invitamos a Don Miguel de Cervantes Saavedra, quien dijo que nunca segundas partes fueron buenas.
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8.- IMPLICACIONES DEL INGRESO DE COLOMBIA AL PLAN PUEBLA PANAMÁ (PPP) . PRESIDENTE ALVARO URIBE PROFUNDIZA MODELO NEOLIBERAL.
Fernando Arellano Ortiz
FUENTE: http://alainet.org/active/12279&lang=es
Desde este mes de julio Colombia hace parte de un megaproyecto geopolítico leonino que busca profundizar el modelo neoliberal en la zona septentrional de América Latina con el fin de privatizar la infraestructura vial, los servicios públicos y los recursos naturales. Esta estrategia económica y política es impulsada por Washington a través del presidente de México, Vicente Fox y cuenta con el aval financiero del BID y el Banco Mundial, y en su ejecución están comprometidas varias transnacionales. No obstante el impacto que en todos los órdenes tendrá en el inmediato futuro para el país, el anuncio del presidente Álvaro Uribe en el sentido de que en su segundo mandato va a vincular a Colombia en el Plan Puebla-Panamá (PPP) ha pasado desapercibido en la opinión pública, seguramente por desconocimiento respecto de sus motivaciones y consecuencias.
Transnacionales en pos de la riqueza de los pueblos
¿Pero en qué consiste el PPP y cuáles son sus objetivos económicos y políticos? En primer término el PPP, ideado por Washington, fue propuesto en el año 2000 por el presidente Fox y aceptado en 2001 por los mandatarios de Centroamérica en el contexto del mecanismo de diálogo de Tuxtla. Constituye un elemento fundamental del plan geoestratégico norteamericano para complementar los Tratados de Libre Comercio de América que Estados Unidos tiene con Canadá y México, con los países de Centroamérica (CAFTA) y con los que están en curso de suscribir con naciones andinas como Colombia, Perú y Ecuador.
El objetivo de este plan es muy claro: facilitar a las transnacionales la privatización de las terminales aéreas y portuarias, las carreteras, la energía eléctrica, el agua, el gas y el petróleo y, principalmente, apoderarse sin restricciones de las enormes riquezas en biodiversidad de la selva Lacandona, los Chimalapas en Oaxaca en México, y el Corredor Biológico Mesoamericano, que llega hasta Panamá. Tiene un costo proyectado de $25 mil millones e intenta abrir América Central y Colombia al libre comercio.
De esta manera, creará un “corredor de desarrollo” desde el estado central mexicano, Puebla, por seis países centroamericanos hasta Panamá, una región que abarca 102 millones de kilómetros cuadrados y 63 millones de personas. Esta área también incluye bienes importantes de petróleo, 34 millones de hectáreas de madera virgen, reservas espectaculares de agua dulce, 30 millones de obreros a bajo costo, y el “Corredor Biológico Mesoamericano”, creado por el Banco Mundial, una fuente de biodiversidad muy apetecida.
La importancia de Colombia
A todo ello hay que agregarle los inmensos recursos de un país suramericano como Colombia que muy pronto y según cálculos del presidente Uribe, se unirá a este megaproyecto geopolítico. En este país la mira de las transnacionales están puestos en el Chocó no solo por su diversidad natural sino porque es una importante fuente de agua dulce y una reserva de petróleo. Adicionalmente en este departamento se localiza el Tapón del Darién, sector selvático que permitirá, una vez se construya el tramo de la vía panamericana, unir a Centroamérica y Suramérica. Y por si lo anterior fuera poco, también existe la posibilidad de abrir un canal interoceánico a través de cargas atómicas que puede terminar siendo alterno del canal de Panamá.
Como señala el investigador Miguel Pickard del Centro de Investigaciones Económicas y Políticas de Acción Comunitaria (CIEPAC) de México, “el PPP surge no como estrategia para eliminar la pobreza endémica, como dice el gobierno de Fox, sino como un complot ingenioso para canalizar enormes cantidades de fondos públicos a los proyectos de infraestructura que, se espera, inducirán la inversión privada”.
Plan Houston-Puebla-Bogotá
No en vano, el gobierno colombiano viene realizando negociaciones con sus pares de Centroamérica con el propósito de concretar un Tratado de Libre Comercio. Más que el intercambio comercial con esta región, lo que anima a la administración Uribe Vélez es preparar todo el andamiaje jurídico e institucional que permita viabilizar en forma expedita el ingreso de Colombia al PPP que en adelante debería denominarse Plan Houston-Puebla-Bogotá, ya que desde el Estado de Texas en el sur de Estados Unidos, el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo y el Departamento de Estado pretenden controlar económica y políticamente la zona mesoamericana y la parte de Suramérica que comprende Colombia, Ecuador y Perú
Aunque en su impulso los gobiernos de Bush y Fox juegan un papel importante en el PPP, su verdadero motor está en la oficina central del BID en Washington, D.C, pues este Banco fue el que lo diseñó y está en capacidad de financiarlo en una buena parte. Su presidente, el colombiano Luis Alberto Moreno, encabeza la Comisión Financiera del PPP. Otros inversionistas financieros son el Banco Mundial, el Banco Japonés de Cooperación Internacional, la Unión Europea, el gobierno de España, y otras agencias bilaterales. En cuanto a corporaciones transnacionales que miran con entusiasmo este rentable negocio de explotación de recursos del suelo, subsuelo y rica biodiversidad en la región, se pueden mencionar entre otras las siguientes: International Paper Company, Boise Cascade, el Grupo mexicano Pulsar, la española Endesa, las estadounidenses Harken Energy, Applied Energy Services, Duke Energy, Harza, Delasa Prescott and Follet, Tribasa, Caros, GAN, ICA, Imbursa, Texas Connection, International Shipholding Corporation, Monsanto, Shell, Dow Chemical, Exxon, y Hutchinson Holdings.
Muralla contra Venezuela
Desde el punto de vista político el PPP constituye un excelente mecanismo de Washington para dar apoyo geopolítico, económico y funcional a gobiernos neoliberales como los de Centroamérica y Colombia y de esta manera oponerse y hacerle el quite a un modelo alternativo de desarrollo económico y social como el que vienen impulsando los presidentes Hugo Chávez de Venezuela y Evo Morales en Bolivia. En otras palabras, la integración de una comunidad de naciones bajo la tutela e influencia de Washington y el capital financiero internacional terminará por consolidar una muralla contra la influencia política evidente que viene teniendo en Suramérica el gobierno venezolano.
Consecuencias y resistencia
Con la ejecución de este megaproyecto de las transnacionales se pone en peligro la supervivencia de miles de comunidades porque no solo se atentará contra el ecosistema sino que, además, se saquearán los ricos recursos naturales de la región, se aprovechará la mano de obra abundante y barata, y acelerará la evicción de los indígenas y los campesinos desde sus tierras para que entren a las maquilas. Igualmente, las grandes corporaciones genéticas como Monsanto, Syngenta, Diversa, y Pulsar tienen la oportunidad de llevar a cabo la “biopiratería”.
Por todo ello es que muchos grupos campesinos e indígenas tanto de México como de los países centroamericanos y centenares de organizaciones sociales vienen ejerciendo resistencia masiva al PPP. Entre tanto, en Colombia aún no hay conciencia ni se ha abierto el debate en torno de este macroproyecto neoliberal que apenas y con mucha prudencia ha sido esbozado por el reelecto presidente Uribe.
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9. ENCUESTAS Y OPINION. Enfoque.
Por: Alberto Ramos G. albertoramos2005@yahoo.com
Las encuestas electorales se han transformado en el principal instrumento de acción política. Hoy pesa e influye más una encuesta favorable que un buen discurso, una gran publicidad, e inclusive más que un apoyo ocasional de un movimiento político minoritario. El resultado de una encuesta puede variar la opinión de muchos que tenían otra intención, en la misma medida que la gente se monta en el ?vagón de la banda? o el coche ganador: o al contrario, votan por el segundo con opción, para evitar que gane el que consideran no pertenece a su ideología o preferencia, dejando así de votar por el que habían pensado inicialmente. El objeto de una encuesta electoral es medir la opinión y la intención de la gente, pero con la fuerza que han adquirido han resultado orientando o direccionando la intención y cambiando la opinión de un número significativo de electores.
Además, hoy las campañas son mediáticas, se hacen a través de los medios de comunicación, quien no tenga acceso a la televisión, a la radio y a la prensa, está desaparecido de entrada .Los medios de comunicación despliegan información parcial e imágenes virtuales, porque la gente escucha a los candidatos de manera fragmentaria y los ve en montajes de los noticieros o editados en programas de opinión, esta falta de contacto real de todas maneras es más efectiva que la plaza pública. Sumado a ello juegan otros elementos. Los resultados de las encuestas que favorecen a un candidato en especial, la forma como se difundan, la titulación en los medios, el tiempo de circulación de la encuesta, su utilización para el mercadeo político de las campañas, o que se oculte la información sobre el margen de error que cada una de las encuestas tiene, y que no se destaque el porcentaje de indecisos al momento de responder la encuesta, pueden variar el resultado Una encuesta así difundida se vuelve también virtual, sumado al factor virtual de los medios que reseñan la actividad de las campañas, entonces: una doble virtualidad impacta a los electores.
El problema es que ya las encuestas son inevitables, son por ahora el único método, rápido y científico para medir, calcular y proyectar el comportamiento de los ciudadanos votantes. Las encuestas hacen parte del método cuantitativo de las ciencias sociales. Con una muestra significativa pueden medir la inclinación del total del universo (población). Pero si la muestra o cantidad de encuestados no es una muestra significativa, porque las ciudades escogidas no son las más representativas, las personas sin teléfono nunca son consultadas, se evidencia ausencia de ciudadanos del campo,se pregunta a los abstencionistas y a quienes no tienen intención de votar, entonces la encuesta puede resultar distorsionada. El verdadero problema es la falta de control, al Consejo Nacional Electoral le corresponde velar por el cumplimiento de las normas sobre encuestas de opinión pública.
Las encuestas así como aciertan, también a veces incurren en errores garrafales. En 1998 las encuestas vaticinaron que ganaría Pastrana en la primera vuelta, y ganó Horacio Serpa con el 34.61%. Luego, en el año 2002 vaticinaron que habría segunda vuelta, y no hubo segunda ronda. En el Perú la señora Lourdes Flórez era presentada como opcionada para competir con Ollanta Humala, pero ella perdió frente a Alán García. En México la actual campaña que culminará el 2 de julio se ha convertido en una guerra de encuestas, con ello están demeritando aún más las encuestas. Las empresas encuestadoras vaticinan el triunfo de Felipe Calderón (39%), sobre el Señor López Obrador(35%), perolas bases populares se inclinan por el segundo.
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10.- Colombia después de Uribe: La consolidación autoritaria de la cultura política
Estamos asistiendo a una reconfiguración de la identidad política colombiana.
UNperiódico (UNAL) Julio 2.006 http://unperiodico.unal.edu.co/ediciones/95/05a.html
El autor presenta en este texto, producto de una investigación, los aspectos más destacados de lo que podría calificarse como nuestra cultura política.
Óscar Mejía Quintana
Profesor Titular, Departamento de Ciencia Política, Director del Centro de Investigaciones, UNIJUS, de la Facultad de Derecho, Ciencias Políticas y Sociales. Líder del Grupo de Investigación Cultura Política, Instituciones y Globalización
Gracias a la red de Oscar Delgado , U. del Rosario osdelgad@urosario.edu.co
La cultura política
Más allá de los resultados de las pasadas elecciones, tanto legislativas como presidenciales, es preciso considerar las implicaciones que el triunfo electoral del uribismo ha tenido para la cultura política colombiana. De ahí la necesidad de una caracterización de esta subdisciplina de la ciencia política para interpretar el fenómeno electoral, y no quedarse solamente ni en la ruidosa celebración de la victoria ni en la digna exaltación de la derrota y comprender que estamos asistiendo a una reconfiguración de la identidad política colombiana en términos tradicionales y carismáticos que representa, más que una vuelta al pasado, un proyecto autoritario de modernidad y de nación, en contravía del resto de América Latina.
El (des)encuentro con la modernidad
Desde la perspectiva de una hermenéutica crítica reconstructiva, los tipos ideales weberianos permitieron revisar el modelo clásico de cultura política de Almond y Vera, etnocéntrico y fundado en el trípode modernidad-ciudadanía-democracia y considerar otras posibilidades más adecuadas a sociedades tradicionales en transición: además de la legitimación legal-racional propia de la sociedad moderna, análoga a la cultura cívica funcionalista, una legitimidad tradicionalcarismática fundada en el culto de elementos tradicionales (disciplina, orden, seguridad, religión, patria) y la santidad del líder (honesto, intachable, casto, parroquial), como el que representa Uribe, nos acercaban a un perfil más cercano a nuestra idiosincrasia y nuestros imaginarios político-culturales.
Del desencuentro con el liberalismo (Marco Palacios) hasta la modernidad postergada (Rubén Jaramillo), pasando por una cultura de viñeta (Gutiérrez Girardot), el implacable juicio de la academia siempre puso el énfasis en una sociedad sin identidad ni proyecto democrático, con un régimen político excluyente y una democracia restringida que contrastaba con el ideal de una sociedad liberal, moderna y pluralista que pareció concretarse con la Constitución democrático-social de 1991.
Pero la modernidad, como lo señala Josexto Beriain, trae consigo no solo un proyecto contramoderno, sino que puede implicar un proyecto autoritario de modernidad, bonapartista y excluyente políticamente, socialmente tradicional y conservador, posando incluso de “postmoderno” y global, cultural y económicamente. El uribismo representa, en esa línea, no solo la cara contramoderna de un proyecto moderno jamás consolidado en Colombia, sino además un proyecto autoritario de modernidad, comprometido con una globalización angloamericana y neoliberal.
Proyecto y cultura política autoritarios
La inercia de un proyecto de nación autoritario, como el de la Regeneración, que apenas fue retocado por el frustrado proyecto liberal de los treinta y finalmente encumbrado por el bipartidismo excluyente que se inaugura con el Frente Nacional, no pudo desmontarse completamente con la nueva constitución política. Las tensiones internas de la Carta Política (estado social de derecho frente a régimen económico), sus permanentes detractores externos (los “nostálgicos de la Constitución de 1886) y unas condiciones políticas inestables (guerrilla, paramilitarismo, intervención) terminaron ambientando su lectura autoritaria por parte de Uribe y el uribismo.
Lectura autoritaria que cataliza los elementos más conservadores de nuestra cultura política, y los articula con una subcultura narcoparamilitar de arraigambre rural, que va desde el culto a los caballos, las cirugías plásticas y los corrillos prohibidos hasta la exaltación del Niño Jesús y el Sagrado Corazón, la estigmatización del aborto y el homosexualismo y el señalamiento de la disidencia política. Lo que se evidencia en preocupantes fenómenos de “traquetización” de la vida urbana, la proliferación injustificada de bienes suntuarios, la defensa intransigente de valores frívolos y ligeros, disfrazados de tradicionalismo, y una actitud política mayoritaria y excluyente que acude a los formalismos democráticos sin rescatar mínimos de tolerancia, pluralismo y justicia social efectivos.
El triunfo de Uribe retoma, pues, la inercia autoritaria que ha caracterizado al país desde el triunfo de la Constitución del 86 y que, desafortunadamente, la Constitución del 91, por sus propias contradicciones internas, no ha logrado todavía reencausar hacia horizontes modernos de carácter democrático, tolerante y pluralista. En ese orden, la aplastante victoria electoral permite a las viejas y nuevas elites colombianas (fusionadas ahora gracias a la inserción social, económica y política del paramilitarismo) catalizar los sentimientos más arcaicos y tradicionales de nuestra identidad político-cultural en una peligrosa elitización autoritaria del país, para insertarlo en un proyecto de nación que mantiene el carácter excluyente que caracterizó todo nuestro siglo XX, esta vez con un sustancial apoyo popular que le permite imponerse de manera hegemónica.
Reelección y cultura política
Frente al panorama descrito resulta imperativo indagar en los patrones de la cultura política colombiana que llevaron al triunfo del uribismo. Estos tienen que ver, en primer lugar, con el enraizamiento de un ethos autoritario en una significativa porción de la población colombiana que se refleja en una predisposición a conformarse acríticamente con los mandatos del poder investidos por el sujeto de autoridad. La sumisión a la autoridad, el deseo de un líder fuerte y la subordinación del individuo a la figura del Estado se deben a la situación de un electorado que, agotado por las promesas del bipartidismo y minado en su posibilidad de autogestión, encontró en Uribe una respuesta a su incapacidad para dar forma a un tipo de poder político autónomo.
Un segundo aspecto a considerar tiene que ver con las particularidades del sistema político que favorecen el apoyo popular a tendencias autoritarias. Es posible explicar el fenómeno reeleccionista a partir de una extendida frustración social frente al sistema político y las instituciones democráticas, que vio en el candidato-presidente una falsa posibilidad de generar rupturas y operar un cambio profundo en las estructuras políticas. La reelección es producto del sentimiento de aceptación frente a un “renovado” estado de cosas, patente en cuestiones superficiales, como la seguridad en las carreteras o la “microgestión” presidencial en los consejos comunitarios.
Finalmente, el encumbramiento del proyecto uribista puede explicarse en la centralización del poder político en los últimos cuatro años. El hecho de que Uribe tuviera a su alcance todos los instrumentos mediáticos y burocráticos fue sin duda un factor importante en el momento de garantizar su acceso a un segundo periodo presidencial. La evidente parcialidad de casi todos los medios de comunicación puso de manifiesto la inequidad de la contienda no solo al contribuir en la fabricación y reforzamiento de la imagen carismática del presidente ante el electorado, no obstante los múltiples episodios de corrupción y desgreño institucional acaecidos en las últimas semanas de campaña, sino fundamentalmente al reducir al mínimo la visibilidad de los otros candidatos.
Podemos concluir, parafraseando a Adorno, si en Colombia, como en la Alemania nazi, nos encontramos en una situación histórica en la que, frente a la urgencia de la población por lograr seguridad, el país opta por el autoritarismo como la mejor vía posible. Y si, en ese caso, la sentencia de Horkheimer (1) volverá, entonces, a cobrar dramática actualidad: “Hoy la idea de mayoría, despojada de sus fundamentos racionales, ha cobrado un sentido enteramente irracional… El principio de mayoría, al adoptar la forma de juicios generales… mediante toda clase de votaciones y de técnicas modernas de comunicación… se ha convertido… en un nuevo dios. Cuanto mayor es la medida en que la propaganda… hace de la opinión pública un mero instrumento de poderes tenebrosos… tanto más… [el] triunfo… democrático va devorando la substancia espiritual que dio sustento a la democracia”.
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(1) Max Horkheimer, Crítica de la Razón Instrumental, Buenos Aires: Sur, 1969, p. 41.
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11.- GEORGE STEINER. ENTREVISTA
“Con la desaparición de una lengua, perdemos para siempre ciertas negociaciones con la esperanza.”
“Si no se puede ser un gran creador, hay que ser un cartero –“postino”, como en la hermosa película sobre Neruda–, aquél que lleva las cartas. Un profesor lleva las cartas, es un privilegio inmenso, y todo su arte consiste en encontrar los buzones adecuados, ésos en los que las cartas serán leídas y amadas.”
“No hemos sabido darles – a los alumnos - el error de la esperanza, la ilusión del sueño.”
“ … no oigo los gritos de la calle. La ficción es más poderosa que los lamentos de aquellos que sufren a nuestro alrededor. No por omisión deliberada, sino por un mecanismo psíquico que hace que el gran arte se apodere de la conciencia a tal grado que nos hacemos insensibles a los gritos de los hombres de carne y hueso.”
G. Steiner
GEORGE STEINER. ENTREVISTA
“No hemos sabido dar a los jóvenes el error de la esperanza”
EL CULTURAL (EL MUNDO); España Publicado el 13 de Julio de 2006
http://www.elcultural.es/historico_articulo.asp?c=18393
Foto de George Steiner
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12. ESPACIOS RECOMENDADOS
*** “ACTUALIDAD COLOMBIANA”, http://www.actualidadcolombiana.org/
Actualidad Colombiana es un proyecto independiente que provee información oportuna, analítica y crítica de la realidad colombiana y ofrece lecturas alternativas frente a las agendas de los medios de comunicación a través de cinco ejes temáticos: derechos humanos, movimientos sociales, paz y conflicto armado, política y economía.
Está dirigido a personas o grupos interesados en cooperar con Colombia desde el exterior que necesitan información en profundidad sobre el contexto colombiano, así como a líderes de organizaciones sociales, periodistas, organizaciones de base, estudiantes y en general al público interesado en conocer la situación colombiana desde un punto de vista independiente.
El consorcio de Actualidad Colombiana está conformado por el proyecto Planeta Paz, la Red de Universidades por la Paz (Redunipaz), el Instituto de Servicios Legales Alternativos (ILSA) y el Centro de Investigación y Educación Popular (Cinep), entidad que administra el proyecto desde abril de 2005.
En la dirección del proyecto se encuentra actualmente la politóloga Natalia Rey Carvajal, quien se encarga de gestionar y editar las piezas informativas.
Los artículos del boletín son traducidos al inglés y al alemán.
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*** “EL YESQUERO”, http://elyesquero.blogspot.com/ Columna de análisis y crítica política.
*** “CAJA DE HERRAMIENTAS”
http://www.vivalaciudadania.org/caja_herramientas_todas.htm
Revista Caja de Herramientas . Desde 1991, el periódico Caja de Herramientas se ha construido con el apoyo de un grupo de ciudadanos cuyo objetivo es informar a los Colombianos sobre los que pasa en el seno de las discusiones nacionales.Se encuentra disponible el documento en pdf de algunas de la ediciones del periódico. Para descargarlo de clic sobre el logo de PDF que encontrará al lado del número del periódico.
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13.- Post Scriptum (Jul. 31, 2.006): Otras “Guerniquescas” imágenes y texto de Eduardo Galeano “¿Hasta cuándo seguiremos aceptando que este mundo enamorado de la muerte es nuestro único mundo posible?”
Santos inocentes. Miembros de la Cruz Roja sostienen el cadáver cubierto de polvo de un niño fallecido en los bombardeos israelíes que costaron la vida a 57 civiles.
http://www.20minutos.es/data/img/2006/07/31/501073.jpg Foto 2 de 100
Matriz: http://www.20minutos.es/galeria/1332/0/1/
http://www.20minutos.es/data/img/2006/07/13/492272.jpg Foto 85 de 100
Matriz http://www.20minutos.es/galeria/1332/0/84/
MATRIZ GENERAL http://www.20minutos.es/galeria/1332/0/0/ Fuego israelí sobre el Líbano.
http://media.eltiempo.com//IMAGEN/IMAGEN-3043952-1.jpg
Horror mundial por muerte de 36 niños en Líbano Los menores perdieron la vida durante un bombardeo israelí a un edificio en la ciudad de Qana, sur del Líbano.
Matriz http://www.eltiempo.com/ Julio 31, 2.006 Texto
La aviación israelí mata a 40 niños al bombardear un edificio en el Líbano clic aquí
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¿Hasta cuándo?
Por Eduardo Galeano
La Jiribilla http://www.lajiribilla.cu/2006/n273_07/273_15.html . Versión en inglés más adelante.
Gracias al envío de Dolcey Casas R. dolca1@andinet.com
Reprodujo y difunde: ECO PAIS - ATISBOS ANALITICOS , mailto:ecopais@cable.net.com, mailto:ecopais1@gmail.com
Un país bombardea dos países. La impunidad podría resultar asombrosa si no fuera costumbre. Algunas tímidas protestas dicen que hubo errores. ¿Hasta cuándo los horrores se seguirán llamando errores?
Esta carnicería de civiles se desató a partir del secuestro de un soldado. ¿Hasta cuándo el secuestro de un soldado israelí podrá justificar el secuestro de la soberanía palestina? ¿Hasta cuándo el secuestro de dos soldados israelíes podrá justificar el secuestro del Líbano entero?
La cacería de judíos fue, durante siglos, el deporte preferido de los europeos. En Auschwitz desembocó un antiguo río de espantos, que había atravesado toda Europa. ¿Hasta cuándo seguirán los palestinos y otros árabes pagando crímenes que no cometieron?
Hezbollá no existía cuando Israel arrasó el Líbano en sus invasiones anteriores. ¿Hasta cuándo nos seguiremos creyendo el cuento del agresor agredido, que practica el terrorismo porque tiene derecho a defenderse del terrorismo?
Iraq, Afganistán, Palestina, Líbano… ¿Hasta cuándo se podrá seguir exterminando países impunemente?
Las torturas de Abu Ghraib, que han despertado cierto malestar universal, no tienen nada de nuevo para nosotros, los latinoamericanos. Nuestros militares aprendieron esas técnicas de interrogatorio en la Escuela de las Américas, que ahora perdió el nombre pero no las mañas.
¿Hasta cuándo seguiremos aceptando que la tortura se siga legitimando, como hizo la Corte Suprema de Israel, en nombre de la legítima defensa de la patria?
Israel ha desoído cuarenta y seis recomendaciones de la Asamblea General y de otros organismos de las Naciones Unidas. ¿Hasta cuándo el gobierno israelí seguirá ejerciendo el privilegio de ser sordo?
Las Naciones Unidas recomiendan pero no deciden. Cuando deciden, la Casa Blanca impide que decidan, porque tiene derecho de veto. La Casa Blanca ha vetado, en el Consejo de Seguridad, cuarenta resoluciones que condenaban a Israel. ¿Hasta cuándo las Naciones Unidas seguirán actuando como si fueran otro nombre de los EE.UU.?
Desde que los palestinos fueron desalojados de sus casas y despojados de sus tierras, mucha sangre ha corrido. ¿Hasta cuándo seguirá corriendo la sangre para que la fuerza justifique lo que el derecho niega?
La historia se repite, día tras día, año tras año, y un israelí muere por cada diez árabes que mueren. ¿Hasta cuándo seguirá valiendo diez veces más la vida de cada israelí?
En proporción a la población, los cincuenta mil civiles, en su mayoría mujeres y niños, muertos en Iraq, equivalen a ochocientos mil estadounidenses. ¿Hasta cuándo seguiremos aceptando, como si fuera costumbre, la matanza de iraquíes, en una guerra ciega que ha olvidado sus pretextos? ¿Hasta cuándo seguirá siendo normal que los vivos y los muertos sean de primera, segunda, tercera o cuarta categoría?
Irán está desarrollando la energía nuclear. ¿Hasta cuándo seguiremos creyendo que eso basta para probar que un país es un peligro para la humanidad? A la llamada comunidad internacional no la angustia para nada el hecho de que Israel tenga doscientas cincuenta bombas atómicas, aunque es un país que vive al borde de un ataque de nervios. ¿Quién maneja el peligrosímetro universal? ¿Habrá sido Irán el país que arrojó las bombas atómicas en Hiroshima y Nagasaki?
En la era de la globalización, el derecho de presión puede más que el derecho de expresión. Para justificar la ilegal ocupación de tierras palestinas, la guerra se llama paz. Los israelíes son patriotas y los palestinos son terroristas, y los terroristas siembran la alarma universal.
¿Hasta cuándo los medios de comunicación seguirán siendo miedos de comunicación?
Esta matanza de ahora, que no es la primera ni será, me temo, la última, ¿ocurre en silencio? ¿Está mudo el mundo? ¿Hasta cuándo seguirán sonando en campana de palo las voces de la indignación?
Estos bombardeos matan niños: más de un tercio de las víctimas, no menos de la mitad. Quienes se atreven a denunciarlo son acusados de antisemitismo. ¿Hasta cuándo seguiremos siendo antisemitas los críticos de los crímenes del terrorismo de estado? ¿Hasta cuándo aceptaremos esa extorsión? ¿Son antisemitas los judíos horrorizados por lo que se hace en su nombre? ¿Son antisemitas los árabes, tan semitas como los judíos? ¿Acaso no hay voces árabes que defienden la patria palestina y repudian el manicomio fundamentalista?
Los terroristas se parecen entre sí: los terroristas de estado, respetables hombres de gobierno, y los terroristas privados, que son locos sueltos o locos organizados desde los tiempos de la guerra fría contra el totalitarismo comunista. Y todos actúan en nombre de Dios, así se llame Dios o Alá o Jehová. ¿Hasta cuándo seguiremos ignorando que todos los terrorismos desprecian la vida humana y que todos se alimentan mutuamente? ¿No es evidente que en esta guerra entre Israel y Hezbollá son civiles, libaneses, palestinos, israelíes, quienes ponen los muertos? ¿No es evidente que las guerras de Afganistán y de Iraq y las invasiones de Gaza y del Líbano son incubadoras del odio, que fabrican fanáticos en serie?
Somos la única especie animal especializada en el exterminio mutuo. Destinamos dos mil quinientos millones de dólares, cada día, a los gastos militares. La miseria y la guerra son hijas del mismo papá: como algunos dioses crueles, come a los vivos y a los muertos. ¿Hasta cuándo seguiremos aceptando que este mundo enamorado de la muerte es nuestro único mundo posible?
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A World in Love with Death . One Country Bombed Two Countries
By EDUARDO GALEANO
CounterPunch, http://www.counterpunch.org/ Weekend Edition July 29/30 2006
http://www.counterpunch.org/galeano07292006.html 29-jul-2006
Eduardo Galeano is the author of Memories of Fire, Open Veins of Latin America and Days and Nights of Love and War. His newest book, Voices of Time, was published in English in May.
One country bombed two countries. Such impunity might astound were it not business as usual. In response to the few timid protests from the international community, Israel said mistakes were made.
How much longer will horrors be called mistakes?
This slaughter of civilians began with the kidnapping of a soldier.
How much longer will the kidnapping of an Israeli soldier be allowed to justify the kidnapping of Palestinian sovereignty?
How much longer will the kidnapping of two Israeli soldiers be allowed to justify the kidnapping of the entire nation of Lebanon?
For centuries the slaughter of Jews was the favorite sport of Europeans. Auschwitz was the natural culmination of an ancient river of terror, which had flowed across all of Europe.
How much longer will Palestinians and other Arabs be made to pay for crimes they didn't commit?
Hezbollah didn't exist when Israel razed Lebanon in earlier invasions.
How much longer will we continue to believe the story of this attacked attacker, which practices terrorism because it has the right to defend itself from terrorism?
Iraq, Afghanistan, Palestine, Lebanon: How much longer will Israel and the United States be allowed to exterminate countries with impunity?
The tortures of Abu Ghraib, which triggered a certain universal sickness, are nothing new to us in Latin America. Our militaries learned their interrogation techniques from the School of the Americas, which may no longer exist in name but lives on in effect.
How much longer will we continue to accept that torture can be legitimized?
Israel has ignored forty-six resolutions of the General Assembly and other U.N. bodies.
How much longer will Israel enjoy the privilege of selective deafness?
The United Nations makes recommendations but never decisions. When it does decide, the United States makes sure the decision is blocked. In the U.N. Security Council, < http://www.informationclearinghouse.info/article2000.htm>the U.S. has vetoed forty resolutions condemning actions of Israel.
How much longer will the United Nations act as if it were just another name for the United States?
Since the Palestinians had their homes confiscated and their land taken from them, much blood has flowed.
How much longer will blood flow so that force can justify what law denies?
History is repeated day after day, year after year, and ten Arabs die for every one Israeli. How much longer will an Israeli life be measured as worth ten Arab lives?
In proportion to the overall population, the 50,000 civilians killed in Iraq-the majority of them women and children-are the equivalent of 800,000 Americans.
How much longer will we continue to accept, as if customary, the killing of Iraqis in a blind war that has forgotten all of its justifications?
Iran is developing nuclear energy, but the so-called international community is not concerned in the least by the fact that Israel already has 250 atomic bombs, despite the fact that the country lives permanently on the verge of a nervous breakdown.
Who calibrates the universal dangerometer? Was Iran the country that dropped atomic bombs on Nagasaki and Hiroshima?
In the age of globalization, the right to express is less powerful than the right to apply pressure. To justify the illegal occupation of Palestinian territory, war is called peace. The Israelis are patriots, and the Palestinians are terrorists, and terrorists sow universal alarm.
How much longer will the media broadcast fear instead of news?
The slaughter happening today, which is not the first and I fear will not be the last, is happening in silence. Has the world gone deaf?
How much longer will the outcry of the outraged be sounded on a bell of straw?
The bombing is killing children, more than a third of the victims.
Those who dare denounce this murder are called anti-Semites.
How much longer will the critics of state terrorism be considered anti-Semites?
How much longer will we accept this grotesque form of extortion?
Are the Jews who are horrified by what is being done in their name anti-Semites? Are there not Arab voices that defend a Palestinian homeland but condemn fundamentalist insanity?
Terrorists resemble one another: state terrorists, respectable members of government, and private terrorists, madmen acting alone or in those organized in groups hard at work since the Cold War battling communist totalitarianism. All act in the name of various gods, whether God, Allah, or Jehovah.
How much longer will we ignore that fact that all terrorists scorn human life and feed off of one another?
Isn't it clear that in the war between Israel and Hezbollah, it is the civilians, Lebanese, Palestinian, and Israeli, who are dying?
And isn't it clear that the wars in Afghanistan and Iraq and the invasion of Gaza and Lebanon are the incubators of hatred, producing fanatic after fanatic after fanatic?
We are the only species of animal that specializes in mutual extermination.
We devote $2.5 billion per day to military spending. Misery and war are children of the same father.
¿How much longer will we accept that this world so in love with death is the only world possible?
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