viernes, agosto 11, 2006

PENSAMIENTO CRÍTICO VIRTUAL (PCV)
No. 14.
Agosto 5 – 11, 2006
Una publicación semanal de
ECOPAIS - ATISBOS ANALÍTICOS.
Se actualiza todos los viernes antes de las 6:30 PM
ARTURO ALAPE
( CARLOS A. RUIZ )
(Cali, 3 de Noviembre de 1.938 - ... )
Escritor, pintor, investigador, periodista, dramaturgo y catedrático.
Pintor, Intituto Popular de Cultura, Cali (1.955-1.959)
Doctor Honoris Causa, Universidad del Valle, Cali, 2.003
HOMENAJE Y RECONOCIMIENTO DE ECOPAIS
Arturo Alape, interviene durante el homenaje y reconocimiento
que le rindió el Concejo de Bogotá.
Al fondo, el concejal Bruno Díaz, gestor del acto. Agosto 1, 2.006
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"Todo lo que he hecho es parte de una obra total, lo que me interesa es vincular lo histórico y lo narrativo". Arturo Alape. Fuente
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Maestro cuéntenos de su vida, ¿quién es Arturo Alape?
"Bueno yo, digamos fundamentalmente soy un escritor, mi trabajo como escritor tiene unas sagas, una parte es el trabajo histórico, el trabajo como periodista y el trabajo como escritor de textos de ficción y en otro sentido por formación soy pintor, dejé mucho tiempo de pintar por razones personales y ahora estoy volviendo a pintar y estoy muy metido en todos esos proyectos de la literatura, en una serie de proyectos como investigador, lo vengo desarrollando de una manera más profesional y no metiéndome tanto tiempo como cuando trabajé en el Bogotazo, que fueron siete años. Lo fundamental es mi trabajo como escritor. Es el mundo de mi trabajo y de mi vida, está muy relacionado con esas situaciones del arte, la libertad y la pintura."
(Extensa entrevista concedida por Arturo Alape, el 8 de noviembre de 1.997 a Angela Plazas Rodríguez. Fragmento. Texto completo clic Aquí )
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CONTENIDO
1.- HOMENAJE Y RECONOCIMIENTO DEL CONCEJO DE BOGOTÁ.
2.- YA ERA HORA.
Por Mario Morales, periodista, profesor de la U. Javeriana(Bogotá)
3.- ARTURO ALAPE, estuvo de nuevo en CALI esta semana en el evento "CIUDAD MEMORIA Y FUTURO." Texto de su conferencia.
4.- ARTURO ALAPE: algunos documentos sobre su vida y obras.
5.- EXTENSA Y EXTRAORDINARIA ENTREVISTA A ARTURO ALAPE por el periodista alemán Peter Faecke. Publicación exclusiva de ECOPAIS. Clic AQUÍ
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1.- HOMENAJE Y RECONOCIMIENTO DEL CONCEJO DE BOGOTÁ.
El 1 de Agosto pasado el Maestro ARTURO ALAPE (Cali, 1.938) fue objeto de un significativo homenaje y reconocimiento por parte del Concejo de Bogotá otorgándole la condecoración José Acevedo y Gómez en el grado Gran Cruz.
Para el Concejal Bruno Díaz, el reconocimiento a la vida y obra del Maestro Alape “es un justo y merecido homenaje a un hombre que en su condición de escritor e intelectual comprometido, nos ha permitido aproximarnos a esas otras realidades, casi siempre ocultas, de los procesos históricos y políticos que marcan nuestro devenir como nación. Es además una excelente oportunidad para reiterarle al Maestro Alape nuestro reconocimiento por su gran contribución a nuestro pueblo en el terreno la cultura y el arte.”
Alape es reconocido por reflexionar en su literaria obra sobre temas de orden social y conflicto armado.

Arturo Alape (centro), Orlando Fals Borda (Izq.) y el senador Wilson Borja

durante el homenaje en el Concejo de Bogotá. Agosto 1, 2.006

Agradecemos al Concejal Bruno Díaz en envío de ls fotografías y de parte de la información que aquí presentamos. De la misma manera la gentil oferta de proporcionarnos los textos de la resolución del Concejo sobre el homenaje y de las intervenciones del Presidente de esta Institución, Dr. Galán, y de la de él. Una vez recibidas las publicaremos.

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2.-YA ERA HORA
Por Mario Morales,
moralesm@javeriana.edu.co , periodista, profesor de la Facultad de Comunicación Social - Universidad Javeriana y asesor editorial de la revista Directo Bogotá, de la Facultad. (Agradecemos al autor el envío de este texto)
Hacerle un homenaje era cuestión de dignidad. Con el hombre, el historiador, el periodista, el pintor. Pero también con todo lo que él y su trabajo representan.
Porque Carlos Ruiz, más conocido como Arturo Alape, es un hito señero en la forma de narrar y de contar que se siente hoy más que nunca en la aridez del relato periodístico colombiano supeditado a las veleidades de las sábanas, de la suplantación, del pago por ver, de la ausencia pirry-ca de preguntas, porque no hay quién las haga.
Su vida es una página vibrante de la historia nuestra de la que él ha sido testigo de a pie. Estuvo quizá en el nacimiento mismo del rebusque. Comenzó vendiendo vino de carne, un reconstituyente y potenciador que tanta falta le hace hoy al oficio. Surtió de prendas íntimas a las afamadas damiselas de las zonas de tolerancia y a las damas reconocidas de la más alta e intolerante sociedad caleña.
Es militante desde siempre de la izquierda, si la izquierda es, como lo documentó, estar al lado de los más necesitados. Escuchándolos enfrentó el dilema de unirse a sus luchas políticas o tomar los caminos del arte. Entonces el país perdió un activista de masas y ganó al narrador de historias no oficiales de las voces más anónimas.
Con su pluma de investigador nato nos hemos sumergido como la savia hasta las raíces del conflicto. Ese conflicto que llegó un día a su casa montado en bicicleta y que quedó en su memoria como la imagen de una inmensa espalda manchada de sangre, que es una metáfora, que es una impronta , que es un sello que describe mejor que nada esta guerra miserable.
Cautivado desde niño por la voz de Gaitán, documentó mejor que nadie el Bogotazo, su obra más reseñada. Ha escrito diecisiete libros que nos permitirán comprendernos cuando decidamos hacer el viaje a la semilla. La traducción de su obra a numerosos idiomas le da la dimensión que sus coterráneos le niegan.
Después de recibir la orden civil del Gran mérito del Concejo de Bogotá sigue pintando y documentando a pie, como sabe saberlo, sin dejar la reconfortante dictadura de clases universitarias ante jóvenes ávidos se seguir su ejemplo.
Es un purasangre, así el calificativo sea una paradoja a estas alturas de su vida. Por eso sabemos que habrá Alape para rato. Menos mal, así el periodismo y la historia reciente tendrán las vida del gato.

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3.- ARTURO ALAPE ESTUVO DE NUEVO EN CALI (8 a 10 de Agosto).

ECOPAIS tuvo la grata oportunidad de recoger al Escritor en el aeropuerto “Alfonso Bonilla Aragón” y de compartir con él el trayecto hacia Cali. El Maestro – como siempre: sencillo, simpático, conversador y entusiasta – nos comento, entre otros muchos temas:

“Vengo de nuevo, con mucha alegría y compromiso, a seguir cumpliendo con mi ciudad, sus memorias históricas y su comunidad. A buena hora la Biblioteca Departamental acogió mi propuesta de realizar la exposición fotográfica “Cali, 50 años de la explosión del 7 de Agosto de 1.956” dentro de los evento “CUIDAD, MEMORIA Y FUTURO”. Intervendré hoy en la apertura de la exposición y mañana tendré una tertulia con jóvenes caleños sobre estos temas. Viene conmigo desde Bogotá , y estará participando en todos estos actos, Agustín Otero Crespo, periodista testimonial, actual propietario de las fotografías que tomó su padre el fotógrafo Agustín Otero Navarro (q.e.p.d.) en 1.956.
Han sido bastante difíciles estos últimos meses de mi vida. He tenido que venir superando muy serias dificultades de salud y estaré sometido de por vida a rigurosos y costosos controles médicos y tratamientos. Creo haber superado la grave crisis reciente. Este es el primer viaje “largo” que hago fuera de Bogotá. Me siento bien y muy optimista. El apoyo y la extraordinaria solidaridad que he recibido de mis amigos y lectores me ha llenado de satisfacciones y energías. Continúo adelantando diversas investigaciones, sigo en mi actividad docente y escribiendo … .
Tengo en mente varias novelas. Estoy muy concentrado y trabajando en una de ellas que está muy adelantada y que tiene como tema y entorno a Cali de los años 50. Hace aproximadamente un año vengo complementando las investigaciones y los materiales para este nuevo libro y en estas actividades me han colaborado un cercano grupo de amigos de la ciudad.”

En Ecopaís, mucho bienestar y muchas “hojas en blanco” llenas le deseamos al Maestro … . Fueron un éxito sus presentaciones en Cali. Gracias. Esperamos verlo de nuevo pronto por acá …

Arturo Alape en el conversatorio con jovenes en Cali.

Evento: "Ciudad: historia y futuro". Agosto 9, 2.006. Fotografía: MIC de NTC ….

CALI: 50 AÑOS DE LA EXPLOSIÓN QUE PARTIÓ EN DOS LA HISTORIA DE LA CIUDAD
Por Arturo Alape

Texto leído por el autor en el conversatorio que dio por abierto e inaugurado el evento "CIUDAD MEMORIA Y FUTURO" y a la exposición de fotografías: “50 años de de la explosión del 7 de Agosto de 1.956”. Biblioteca Departamental, Cali. Agosto 8 de 2.006

Una inmensa hoguera y un resplandor anaranjado cubrió el cielo de Cali a la 1:05 de la madrugada del martes 7 de agosto de 1956: bolas de fuego, rojizas y amarillentas, mezcladas entre' las grandes humaredas que al diluirse lentamente formaban el manto, que a veces aparecía de un amarillo de fuego, otras de un rojizo oscuro, con ciertos matices azules. Crecía la imagen inmisericorde, ante el estupor y el miedo, del gigantesco árbol de fuego, flotaban sus raíces en el aire.
El formidable estruendo paró en seco, el viejo reloj que se encontró mucho después entre el amasijo de escombros que dejó la explosión de seis camiones Shack cargados con 42.000 kilos de dinamita sueca, equivalentes a la bomba atómica que se arrojó sobre Hiroshima, cuya onda expansiva provocó un temblor de magnitud 4.1 en la escala de Richter, destruyó más de 40 manzanas a la redonda y dejó un cráter de 50 metros de diámetro por 8 de profundidad.
Se paralizó el sueño de la ciudad, cortado en dos por el filo de navaja de la onda explosiva: a kilómetros a la redonda tembló la tierra, se levantaron techos, se abrieron ventanas, los vidrios volaron hechos añicos y miles de personas como sonámbulas huyeron de sus camas, y semidesnudas salieron a las calles y vieron asombradas el cielo iluminado por una inmensa llamarada devoradora de conciencias y temblorosas, se abrazaron a su propio miedo. El cielo se había inundado por una incógnita terrible, los dientes masticaron la duda, los creyentes se arrodillaron, apretaron los ojos y compungidos y fervorosos rezaron por tiempo interminable.
El seco estallido sacó abruptamente de la cama al Padre Alfonso Hurtado Galvis, párroco que ocupaba un apartamento en el edificio Vera, ubicado frente a la zona donde fueron, parqueados los camiones y quien asombrado vio como la puerta de su dormitorio fue arrancada de cuajo por la onda de muerte. El Padre Hurtado comprendió al momento la magnitud de lo ocurrido y tomó en sus manos los santos óleos para acudir en ayuda de las víctimas.
Muchos años después, el Padre Hurtado, uno de los testigos de excepción en llegar al sitio de la explosión, recuerda: "Yo vi la llegada de los seis vehículos y se aparcaron en el Batallón Pichincha... El lunes 6 de agosto llegaron al cuartel como a las 6:00 PM, pero el oficial de servicio Gustavo Camargo, dio la orden de moverlos de ahí al conocer el contenido de la carga".
La mortal caravana en lenta fila se desplazó por las calles de la ciudad y se aparcaron finalmente en la plazoleta de la vieja estación del Ferrocarril del Pacífico, calle 25 con carrera 1a. donde se encontraba un cuartel del Batallón Codazzi. Los pesados camiones pertenecían a la Empresa Transportes Mosquera Gómez.
"A mi paso vi muchos feligreses muriendo -rememora el Padre Hurtado, cuando llegó al sitio de la explosión - Ayudé a que descansaran en paz. Había niños que lloraban, cuerpos destrozados, reventados, a todos lados (...). Muchos sobrevivientes, al constatar la muerte de sus seres queridos, se suicidaron en mi presencia".
Para la época, Cali era una ciudad de menos de, 300.000 habitantes, apenas convaleciente de la pesadilla a que; la sometieron losescuadrones de pájaros, que sembraron el terror: aparato represivo
que funcionaba desde el cerebro mismo de, la gobernación del Valle; allí se daban órdenes avaladas por el Directorio Conservador Departamental y difundidas por el Diario del Pacífico, se señalaban víctimas; en las noches rondaban los carros fantasmas por la ciudad, disparando por doquier en cacería de desprevenidos transeúntes; en las madrugadas salían carros oficiales rumbo hacia Tulúa y los avezados asesinos acompañados de otros asesinos recibían órdenes del Directorio Conservador local y marchaban en su objetivo de despoblar la cordillera Central de quienes pensaban distinto al régimen conservador. Los mismos pájaros incendiaron la Casa Liberal en el mes de septiembre de 1949, con atemorizadas familias de desplazados en el patio, que escuchaban un discurso de Hernán Isaías Ibarra, dirigente liberal. Lo irónico y dramático de la situación, es que esos desplazados venían huyendo de la llamada "godificación" implantada en la Cordillera Occidental y habían llegado a Cali en busca de refugio para sus vidas.
Esa organización de terror no fue desmontada por el régimen militar de Rojas, sino que, por el contrario se mantuvo y se fusionó con el G-2 aparato de inteligencia especializado en el exterminio selectivo de oponentes políticos al régimen imperante.
La onda de la muerte arrasó más de 40 manzanas industriales, comerciales y residenciales y afectó directamente a una zona deprimida, marginada socialmente: cuadras de hospedajes propios para viajeros de condición humilde, lugar de diversiones y prostíbulos donde funcionaban muchas cantinas de mala muerte; fábricas o grandes depósitos, sucursales bancarias, almacenes de automotores. En fin, grandeza y miseria, mezcla de pujanza económica y de bajos fondos, de trabajo y de vicio.
Solitarias las fábricas, almacenes y depósitos a la hora de la explosión. Pero en cambio, los cafetines, los hoteluchos y los prostíbulos, debían estar colmados la noche anterior, víspera de la fiesta del 7 de Agosto. Y la explosión debió barrer de las callejuelas a las mujeres que merodeaban los ámbitos de oscuridad en busca de camioneros o de campesinos recién llegados a la ciudad.
Casi frente del cuartel del Codazzi, estaba el hotel Manizales donde muy pocos de los huéspedes debieron salvarse. Abajo, al café Roma, cuyo dueño había muerto trágicamente dos días antes; a la vuelta el hospedaje El Motorista, debieron salvarse algunos pasajeros, porque varias paredes se mantuvieron en pie. La onda explosiva cortó de tajo los penachos de las palmeras que ondeaban su belleza sobre la calle 25; los barrios aledaños al epicentro del acontecimiento, el Jorge Isaacs, el Porvenir, San Nicolás sufrieron consecuencias fatales; fue de tan violencia la reacción de los elementos, que el detonante se sintió en poblaciones lejanas como Buga, Palmira, Jamundí, Santander de Quilichao y Buenaventura.
Cercanos testigos del hecho recuerdan que esa trágica madrugada, el sonido ensordecedor de la explosión fue seguido por un hongo incandescente que subió varios kilómetros en el cielo, acompañado simultáneamente por una onda de calor que abrazó gran parte de la ciudad.
El aturdimiento que provocó el impacto de la explosión, hizo que las gentes, desconcertadas, abandonaran los escombros de sus viviendas y en su precipitada carrera pisotearan los cadáveres y cuerpos mutilados de las víctimas como en un éxodo de guerra. Nadie sabía con exactitud lo que había pasado y todos los- sobrevivientes conjeturaban que si se trataba de un terremoto, de la caída de un aerolito, del estallido de una bomba de gasolina, pero sus cábalas se desvanecían en medio del clamor, los gritos, el llanto y los lamentos de quienes agonizaban en medio de los escombros y hierros retorcidos. Sólo al avanzar la mañana de ese día siniestro se supo a ciencia cierta de qué se trataba y comenzó a vislumbrarse parte de lo ocurrido.
El Padre Hurtado fue de los primeros en llegar al sitio exacto de la explosión y contempló con asombro el cráter abierto por el estallido. Lo visto allí por el párroco fue un panorama dantesco: edificios y viviendas destruidas, varillas de hierros retorcidas y montones de cadáveres desperdigados, muchos de ellos mutilados..."Salían gentes apresuradas, llenas de tierra, desnudas, heridas, que nos suplicaban misericordia", recordaba el sacerdote.
Avanzada la mañana del 7 de agosto, el caos se, había apoderado de la zona devastada. En medio de una nube de polvo y ceniza, el calor congestionaba los cuerpos de los sobrevivientes que deambulaban de un lado para otro, y de los socorristas que no daban abasto en su incensada tarea. Total confusión, rumbo incierto.
En las boca-calles, cordones de soldados impedían el paso de las personas que imploraban permiso para buscar los despojos de sus parientes desaparecidos. El calor de agosto hacía más infernal el ambiente. Los focos de incendios reaparecían por doquier, pero eran sofocados por grupos de bomberos voluntarios, provistos de rudimentarios elementos. De pronto, un muro cedía y se venía a tierra estrepitosamente, levantando una nube gris que al despejarse dejaba una nueva perspectiva a la contemplación de las ruinas. Más ruinas físicas, devastación humana, desolación, impotencia. Agonía dolorosa.
La escena dantesca que ofrecía el anfiteatro, conmovía el ánimo mejor templado y hacía retroceder a quienes burlando la vigilancia habían podido acercarse en busca de despojos de los desaparecidos. No era un reguero sino un montón de cadáveres de gentes de toda condición social, era el macabro conjunto, complementado por la fetidez de la carne quemada: crecía el olor a muerte como si se tratara de un simple soplo de la vida. En el interior del anfiteatro, sobre las mesas, sobre el piso, en el corredor, en el patio, cadáveres...cadáveres... Miembros amputados, pedazos de carne, troncos, cabezas, brazos... Desarticulada la vida.
Muchos hombres del pueblo provistos de caretas de gasa que les protegían la nariz y la boca, cumplían la macabra tarea de arrastrar los cadáveres y despojos hasta la puerta del cementerio, a ocho metros del anfiteatro, donde los colocaban en la cuchara de un bulldozer que los llevaba por docenas hasta la fosa común. Fúnebre escenario.
Los improvisados sepultureros cumplían su labor como si se tratara de mover fardos en una bodega de la plaza de mercado." Pero no siempre eran cuerpos sino pedazos de cuerpos, como piezas de un difícil rompecabezas: uno lleva un muslo; otro, una cabeza: el de más allá, despojos informes talvez vísceras. A los recogedores de cadáveres los llamaban los voleadores.
Otros hombres al borde de la gigantesca fosa común, sacaban de la cuchara metálica los despojos, los balanceaban en el espacio acompasadamente, para darse impulso, y al grito de "uno...dos, tres..." los arrojaban al gran hoyo abierto por una motoniveladora. De pronto, un voleador impide que su compañero arroje un cadáver a la fosa. Recoge el cuerpo lívido y desfigurado, se lo echa al hombro y corre desesperadamente, sin rumbo, dando voces ininteligibles. Lo había reconocido. Era su hijo. Solo por buscarlo ayudaba a la macabra tarea
Cuando ya hay varios cadáveres en la fosa, la niveladora tiende sobre ellos una gruesa capa de tierra y retrocede para dar paso a la cuchara del buldózer que se acerca con una nueva carga de carne humana. Un nuevo descargue, y el voleador grita:
-La niveladora.
El aparato mecánico cumple doblemente su misión pues además de su función propiamente nivelaba con un alud de tierra las razas, los sexos. Allí el anciano y el niño, mujeres de todas las edades, el negro y el blanco, se confundían bajo la niveladora que los iba aplanando en su entierro colectivo. El rictus de la muerte más bien parecía un mentís a los prejuicios humanos.
Los lamentos de los dolientes al identificar los despojos de un ser querido se confunden con las imperativas órdenes de un oficial que intenta rechazar a los curiosos. Un sacerdote musita oraciones cuando pasan con un cadáver en rastra. El oficial de sanidad, con su polvorienta blusa de cirugía, ante el temor de las epidemias, exige a los voleadores que se den prisa, que aceleren su trabajo. Un montón de cadáveres espera su entierro. Las enfermeras reparten alcohol y leche entre quienes trabajan. Mujeres piadosas rezan el rosario en alta voz, pero apenas se les oye cuando cesa momentáneamente el rugido de las aplanadoras.
Justo al medio día de ese martes, el informe oficial indicaba, además, que la cifra de muertos era de 2.500 víctimas; fueron arrasadas 42 manzanas, 3.000 personas quedaron sin trabajo, 350 negocios pequeños y grandes desaparecieron y las pérdidas eran calculadas en $200.000.000
En la mañana del día 8 de agosto, bomberos y policías, con el apoyo de voluntarios controlaron los incendios y limpiaron la zona de escombros para facilitar el trabajo de ambulancias y enfermeros. Sin embargo, los cadáveres amontonados en el anfiteatro del Cementerio Central y los restos de cuerpos que la onda explosiva sacó de sus bóvedas, despedían un atroz hedor a podredumbre que invadió a gran parte de la ciudad, lo que, aunado al sopor producido por el calor, enrareció el ambiente y obligó a las autoridades a tomar medidas de saneamiento público para evitar epidemias. De acuerdo al Padre Hurtado Galvis, quien duró tres días infatigables atendiendo a las víctimas y auxiliando a los heridos, se calcula que fueron sepultados en fosa común 3.725 cuerpos mutilados, enterrados de emergencia en un descomunal hueco excavado al efecto en el Cementerio Central.
En la madrugada del 7 de agosto, la trágica noticia fue notificada oficialmente al gobierno central en Bogotá, a través de un comunicado firmado por el entonces jefe civil y militar del Valle, brigadier general Alberto Gómez Arenas y dirigido al jefe supremo Gustavo Rojas Pinilla, quien descansaba en su residencia campestre de Melgar.
La tragedia provocada por los carros militares fue aprovechada políticamente por la dictadura de Rojas Pinilla, y por sus oponentes. Todos se culparon mutuamente, a pesar que la tragedia poco o nada tenía que ver con la crisis política del momento.
Al otro día, Rojas Pinilla, se dirigió a Calí, y en violento discurso pronunciado desde un balcón del Batallón Pichincha acusó del hecho al Partido Liberal y al Conservador en cabeza de sus jefes Alberto Lleras y Laureano Gómez, respectivamente, que lideraban una dura oposición al régimen militar y quiénes habían rubricado recientemente (el 24 de julio de 1956) el Pacto Benidorm en España, que dió origen al Frente Nacional. En su perorata, Rojas acusó directamente a los jefes de la resistencia civil y a ciudadanos ilustres de Cali de ser los autores del sabotaje. "A los que se reúnen en el exterior -dijo el dictador-, en Sitges y Benidorm, para empezar a agitar la violencia en Colombia". Lleras Camargo replicó a esta acusación, afirmó que la sindicación pretendía aprovecharse del momento de dolor que se vivía en Cali, a la vez que solicitó pruebas y que si ello era así -concluyó- se le llamara a juicio, hecho que nunca ocurrió.
La tragedia de Cali suscitó la solidaridad del país; los organismos de socorro dispusieron de todos sus recursos para enfrentar la emergencia. El gobierno, por su parte, emprendió de inmediato la ayuda a los damnificados a través de SENDAS que dirigía la hija del general, María Eugenia Rojas.
Se integró una Junta Evaluadora de daños y perjuicios, que más tarde se convirtió en la Fundación Ciudad de Cali para que se encargara de los asuntos prioritarios: repartir auxilios, levantar el censo de damnificados, administrar las donaciones nacionales e internacionales. Así mismo, se aceleró la oferta de casas de interés social de Aguablanca y de apartamentos en la Urbanización Valenzuela, unidad residencial construida con fondos del gobierno del general Marcos Pérez Jiménez, a la sazón dictador de Venezuela.
Alrededor del mediodía de ese siniestro 7 de agosto, y ya con el control de la situación, la Jefatura Civil y Militar del Valle del Cauca, expidió el primer boletín sobre los acontecimientos. En éste se ofrecía la versión oficial de los hechos, un tanto acomodada a los requerimientos del régimen militar, se llamaba a la gente a guardar cordura y se decretaba día de duelo el 7 de agosto. El comunicado fue retransmitido por las emisoras de Cali y de otras ciudades, que fueron sometidas, al efecto, a una severa censura en todas las informaciones sobre el origen y desarrollo de los acontecimientos. Todo, naturalmente, debía remitirse a los boletines oficiales: los diarios de la capital, Intermedio y El Independiente, que reemplazaron a El Tiempo y El Espectador, también fueron censurados duramente por el régimen militar a tal punto que "no publicaron con mucho despliegue la tragedia de Cali"; igual suerte corrió la revista Cromos.
Mucho se habló y se escribió en los años siguientes sobre la explosión de Cali, pero las investigaciones nunca, arrojaron resultados satisfactorios sobre los autores del hecho, atribuido en su momento a múltiples factores: que un soldado incendió imprudentemente un cigarrillo, que se le disparó un fusil a otro, que en la noche manos criminales colocaron fulminantes a la carga mortal causando la explosión, que el calor derritió la gelatina que cubría la dinamita, que el tren en reversa chocó contra los camiones en fila. Todas esas versiones y conjeturas, en su momento fueron tomadas en cuenta por los investigadores sin resultados concretos. La verdad de lo ocurrido nunca se supo ni se sabrá. Pero lo cierto es que la tragedia ocurrió por un error militar que dejó la carga mortal en las zonas periféricas de la ciudad.
La tragedia partió en dos la historia de Cali y dejó cicatrices en la memoria colectiva caleña.
Cincuenta años después de la tragedia, esa memoria colectiva de la ciudad se rescata a través del presente material fotográfico, que permaneció inédito durante mucho tiempo. El fotógrafo independiente, Agustín Otero Navarro, especializado en fotografías de familia, pasaportes y certificados de policía, viajó a Cali como tantos otros fotógrafos de la época y captó estas imágenes de horror: imágenes documentales, perdurables. Regresó a Bogotá para vender a los periódicos El Tiempo y El Espectador los resultados de su labor como fotógrafo. Los dos periódicos estaban censurados por el gobierno militar. Las fotografías fueron guardadas celosamente meses después de la explosión, pues fue imposible publicarlas y difundirlas a través de los medios de información de la época., debido a la censura aplicada por la DINAPE por orden rigurosa de la Presidencia de la República en ese año trágico. El fotógrafo fue asediado por los hombres del SIC, aparato de represión político del gobierno, para decomisarle los negativos. Su casa, en el barrio de la Perseverancia, un día terminó invadida en tremenda requisa oficial. El fotógrafo huyó hacia Montería para salvar la vida y llevó consigo su precioso tesoro documental.
Estos documentos visuales constituyen un acervo histórico que muestra la verdadera dimensión de la tragedia soportada por miles de familias de Cali. El conjunto fotográfico es, en suma, fragmentos de una realidad que aún permanece invisibilizada, cincuenta años después:
historia reciente que se debate entre las cenizas de la indiferencia colectiva y el olvido histórico decretado por razones ideológicas.
Susan Sontag hace una reflexión sobre la fotografía que bien puede ilustrar el objetivo de esta exposición:
"En una sociedad moderna las imágenes realizadas por las cámaras son la entrada principal a realidades de las que no tenemos vivencia directa. Y se espera que recibamos y registremos una cantidad ilimitada de las imágenes acerca de lo que no vivimos directamente. La cámara define lo que permitimos que sea real; y sin cesar ensancha los límites de lo real. Se admira a los fotógrafos sobre todo si revelan verdades ocultas de sí mismos o, conflictos sociales no cubiertos del todo en sociedades próximas y distantes de donde vive el espectador.” (1) (2)
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(1) Susan Sontag*** , "La fotografía: breve suma" En: El Malpensante, No. 48, Bogotá, septiembre 15 de 2003, p. 51
.
http://www.elortiba.org/sontag.html#La_fotografía:_breve_suma
El Malpensante
http://www.revistanumero.com/48/indice.htm
***
http://www.elortiba.org/sontag.html Algo más sobre S. S.

(2) Un fragmento de esta conferencia apareció el LECTURAS FIN DE SEMANA DE EL TIEMPO, Agosto 12, 2.006, Pág.. 1 y 9 . Alli una de las fotografías: Estación del Ferrocarril del Pacífico

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4.- ARTURO ALAPE: algunos documentos sobre su vida y obras.

HOJA DE VIDA: CARLOS A. RUIZ (ARTURO ALAPE)
Escritor, investigador, periodista y pintor. Nació en Cali el 3 de noviembre de 1938. En 2003 recibió el título Doctor Honoris Causa en literatura de la Universidad del Valle.
Estudios
1955-1959 Bellas Artes en el Instituto Popular de Cultura de Cali
Publicaciones
2005 El cadáver insepulto, Bogotá, Seix Barral Biblioteca Breve
2004 Frida Kahlo: Miradas en el espejo. Bogotá: Panamericana.
2004 Luz en la agonía del pez. Bogotá: Ediciones San Librario.
2003 El caimán soñador. Bogotá: Panamericana.
2003 El caballo y su sombra. Bogotá: Panamericana.
2003 Noche de pájaros (segunda edición). Cali: Editorial Atenas.
2001 Yo soy un libro en prisión (crónicas). Bogotá: Intermedio.
2000 Sangre ajena (2 ediciones). Bogotá: Planeta.
1998 Mirando al final del alba (novela). Bogotá: Planeta.
1997 Río de inmensas voces … y otras voces (crónicas). Bogotá: Planeta.
1995 Valoración múltiple sobre León de Greiff (ensayo). Bogotá: Universidad Central.
1995 Ciudad Bolívar: la hoguera de las ilusiones (testimonio y periodismo). Bogotá: Planeta (12 ediciones).
1994 Tirofijo: los sueños y las montañas (biografía). Bogotá: Planeta
(4 ediciones).
1994 Julieta, los sueños de las mariposas (cuentos). Bogotá: Planeta.
1990 Valoración múltiple sobre Tomás Carrasquilla (ensayo). Bogotá: Instituto Distrital de Cultura y Turismo.
1989 Las vidas de Pedro Antonio Marín, Manuel Marulanda Vélez-Tirofijo- (biografía). Bogotá: Planeta (2 ediciones).
1985 La Paz, la violencia: testigos de excepción (reportaje histórico). Bogotá: Planeta (4 ediciones).
1984 Noche de pájaros (novela). Bogotá: Planeta.
1983 El Bogotazo: Memorias del olvido (ensayo histórico). Bogotá: Planeta
(18 ediciones).
1979 El cadáver de los hombres invisibles (cuentos). Bogotá: Alcaraván
(2 ediciones).
1977 Un día de septiembre: Testimonio sobre el paro cívico 1977. Bogotá: Armadillo (2 ediciones).
1972 Las muertes de Tirofijo (cuentos). Bogotá: Planeta (5 ediciones).
1970 Diario de un guerrillero (testimonio). Bogotá: Armadillo (3 ediciones).

Traducciones
Alemán
2002 Das Blut der anderen (Sangre ajena). Köln: Edition Köln
1997 Lange Lehrzeit braucht das Licht im Urwald (Largo aprendizaje de la luz en la montaña) En: Erzählungen aus Spanisch Amerika: Kolumbien. Deutscher Taschenbuch Verlag.
1984 Gestern war er noch ganz friedlich (El Coreguaje amaneció verraco) En: Lesebuch Dritte Welt. Peter Hammer Verlag
1979 Gestern war er noch ganz friedlich En: Die Welt ist gross und gehört den andern. Zurich: Verlag Huber Frauenfeld
1977 Die schwarze Hummel (El cucarrón negro) En: Guerrilla-Erzählungen aus Kolumbien. Frankfurt: Fischer Taschenbuch Verlag
Francés
1968 Journal d’un guerrillero. (Diario de un guerrillero) París: Éditions du Seuil
Japonés
1969 Diario de un guerrillero. Tokio: Shobun-sha Publisher

Antologías
2004 Represión y silencio: Desaparición y asesinato del Capitán Tito Orozco En: Antología de grandes Crónicas colombianas. Tomo II. 1949-2004. Selección y prólogo de Daniel Samper Pizano.
2004 Julieta, los sueños de las mariposas En: Un siglo de erotismo en el cuento colombiano. Medellín: Universidad de Antioquia
2002 Fidel Castro y su papel en El Bogotazo En: Antología de grandes entrevistas colombianas. Bogotá: Aguilar.
2001 Amor y muerte en las selvas de Galilea En: Lugares ajenos, relatos del desplazamiento. Medellín: Universidad EAFIT
2000 Una guerra que casi nadie siente En: Las Letras de la Paz Manifiesto de Caicedonia. Caicedonia: CORPOCAICA
1998 El 9 de abril: muerte y desesperanza En: El Saqueo de una Ilusión. Bogotá: Número ediciones
1997 Mi padre, humo disperso despidiéndose En: Nuevo cuento colombiano 1975-1995. México: Fondo de Cultura Económica
1977 Las muertes de Tirofijo En: Crónica imaginaria de la violencia colombiana. Bogotá: FEDELCO
1976 La ceiba, abuela bonachona En: Estravagario. Bogotá: Instituto Colombiano de Cultura
1970 La Candela En: Nueve cuentistas Colección Premio Casa de las Américas. La Habana: Casa de las Américas
Investigaciones
2003-2004 Felipe González Toledo: Crónica biográfica sobre un maestro de la crónica policíaca. Ministerio de Cultura. Bogotá.
1998-2000 Crónica semanal sobre historia de Bogotá en la sección Bogotá de El Espectador.
1997 La acción comunicativa en la escuela, conflicto en el aula escolar. Secretaría de Educación Distrital. Bogotá
1997 Entornos universitarios: ¿sitios de trasgresión o convivencia ciudadana? Observatorio de Cultura Ciudadana. IDCT. Bogotá
1994 La reinserción del EPL: esperanza o frustración. Progresar. Bogotá
1994 Ciudad Bolívar: la hoguera de las ilusiones (testimonio y periodismo). Bogotá
1992-1994 Investigador del CINEP. Bogotá

Distinciones
2006 Condecoración “José Acevedo y Gómez” en el grado de Gran Cruz por la vida y obra. Concejo de Bogotá.
2003 Beca Nacional de Literatura en Crónica: Felipe González Toledo: Crónica biográfica sobre un maestro de la crónica policíaca. Ministerio de Cultura. Bogotá.
1999 El Borugo Hernando Rodríguez. Premio Nacional de periodismo Simón Bolívar en la modalidad de crónica. Bogotá.
1995 Mirando al final del alba. Beca de creación Colcultura Novela. Bogotá.
1976 Guadalupe años sin cuenta (coautor). Premio Teatro Casa de las Américas.
La Habana.
1970 El cadáver de los hombres invisibles. Premio Nacional de cuento. Universidad Externado de Colombia. Bogotá.
1971 Yo le llamo valor. Premio Suamox de cuento. Bogotá.

Exposiciones individuales
2003 La montaña tiene huellas de inmensa lejanía. Embajada de Francia. Bogotá
2003 Mirada tras el hombre. Sala José Celestino Mutis-Biblioteca Mario Carvajal. Universidad del Valle. Cali
2002 La montaña tiene huellas de inmensa lejanía. Biblioteca Luis Angel Arango-Centro de convenciones. Bogotá
2002 Mirada tras el hombre. Dibujos. Fundación Santillana para Iberoamérica. Bogotá
2001 Alape: sueños y geografías. Oleos y dibujos. Embajada de Colombia. Berlín
2001 Encuentros y Rutas. Oleos y dibujos. Die erste Etage. Hamburgo.
2000 Alape pintor. Oleos, grabados y dibujos. Casa de la Cultura del Brasil. Bogotá
1998 Exposición de pintura. Oleos. Centro Wifredo Lam. La Habana
1995 Exposición de Pintura. Oleos. Galería Círculo. Bogotá
1959 Exposición de Pintura. Oleos. Museo La Tertulia de Cali. Cali

Jurado
2005 Concurso literario Caldas cien años. Gobernación de Caldas.
2005 Premio Nacional de Cultura modalidad cuento. Universidad de Antioquia. Medellín
2000 Proyecto editorial: Colección de autores huilenses. Fondo Mixto de Cultura del Huila. Bogotá
1998 Testimonio. Premios Nacionales. Ministerio de Cultura. Bogotá
1998 Guión para video. Historias Barriales y Veredales. IDCT. Bogotá
1997 Video. Historias Barriales y Veredales. IDCT. Bogotá
1987 Guión cinematográfico. Festival Internacional de Cine. La Habana
1987 Ensayo histórico. Casa de las Américas. La Habana
1985 Cine documental. Festival Internacional de Cine. La Habana
1975 Testimonio. Casa de las Américas. La Habana

Foros y seminarios sobre temas políticos
2003 La investigación sobre la guerrilla. Departamento de Ciencia política. Universidad de Los Andes.
2002 Seminario Historia política hoy: sus métodos y las ciencias sociales. Universidad Nacional de Colombia. Bogotá
1999 Ponencia “Las noches de Cali: ámbitos pictóricos y literarios” en el marco de la exposición Arte y Violencia. Museo de Arte Moderno. Bogotá
1999 Foro sobre “La agenda común con las FARC”. Periódico El Espectador
1998 Conferencias sobre El origen histórico de las FARC. Escuela Superior de Guerra del Ejército Colombiano. Bogotá
1998 Foro sobre “El proceso de paz con las FARC”. Periódico El Tiempo. Bogotá

Seminarios y conferencias internacionales. Ponente
2004 Voraces señales luminosas en Bogotá. XI Cátedra UNESCO de Comunicación Social. Universidad Javeriana. Bogotá.
2001 Rueda de prensa: situación del escritor en Colombia. P.E.N.-Club Austria. Viena
2001 Historia de los movimientos armados en Colombia. Instituto
Iberoamericano. Berlin
2001 El poeta en el exilio. Dipartimento di Storia della Societá e delle Istituzioni. Facultad de ciencias políticas. Milán.
2001 El poeta en el exilio. Instituto de Estudios Iberoaméricanos. Hamburgo
2000 El papel del intelectual años 60s-70s en Latinoamérica. Viena
1998 Memoria y ciudad. Centro Cultural Pablo de la Torriente. La Habana
1995 Literatura y ciudad. Seminario Internacional Literatura y Ciudad. Viena
1992 Conflictos armados y procesos de paz. Universidad Columbia. Nueva York
1990 Periodismo de investigación Universidad de La Habana
1990 Procesos de historia regional. Academia de Historia de Cuba. La Habana
1989 Literatura en el exilio. Viena

Experiencia docente
2005-2006 Literatura e historia. Maestría en Literatura. Universidad Javeriana. Bogotá.
2004-2006 Procesos de investigación y diversas escrituras. Maestría en Comunicación. Universidad Javeriana. Bogotá.
2002-2006 Facultad de Comunicación y Lenguaje. Universidad Javeriana. Bogotá.
2004-2005 Facultad de Comunicación y Periodismo. Universidad Surcolombiana. Neiva.
2003 Taller de literatura. Programa Jóvenes tejedores de sociedad.
Instituto de Cultura y Turismo de Bogotá-IDCT
1997-2000 Maestría de Urbanismo. Universidad Nacional. Bogotá
1996-2000 Escritura para la investigación. Maestría de Psicología Comunitaria.
Universidad Javeriana. Bogotá
1999 Investigación y narrativas. Postgrado de Psicología y Familia.
Universidad Santo Tomás de Aquino. Bogotá
1997-1999 Procesos de investigación y ciudad. Posgrado de Periodismo.
Universidad Bolivariana. Medellín.
1997-1999 Procesos de investigación en periodismo. Posgrado de Periodismo.
Universidad de Antioquia. Medellín
1998 Procesos de escritura para la Investigación. Facultad de Historia.
Universidad Nacional. Bogotá
1996-1998 Procesos de investigación. Seminario para profesores y alumnos.
Universidad del Quindío. Armenia
1995-1997 Seminario permanente de Historias de Vida. Tallarte. Bogotá
1992-1995 Facultad de Comunicación Social. Universidad Jorge Tadeo Lozano. Bogotá.

OBRAS

1.- Diario de un guerrillero (1970)
2.- Las muertes de Tirofijo (1972)
3.- Guadalupe años sin cuenta (coautor, Premio Casas de la Américas,1976)
4.- Un día de septiembre (1977)
5.- El cadáver de los hombres invisibles (1979)
6.- El bogotazo: memorias del olvido (1983) Secuela narrativa: El cadáver insepulto (2.005)
7.- Noche de pájaros (1984)
8.- La paz, la violencia: testigo de excepción (1985)
9.- Las vidas de Pedro Antonio Marín, Manuel Marulanda Vélez, Tirofijo (1989)
10.- Valoración múltiple sobre Tomás Carrasquilla (1990)
11.- Julieta, el sueño de las mariposas (1994)
12.- Tirofijo: los sueños y las montañas (1994)
13,- Ciudad Bolívar: la hoguera de las ilusiones (1995)
14.- Valoración múltiple sobre León de Greiff (1995)
15.- Río de inmensas voces y otras voces (1997)
16.- Mirando al final del alba (1998)
17.- Sangre ajena (Novela, 2000)
18.-Yo soy un libro en prisión (2002)
19.- Luz en la agonía del pez (2004)
20.- El cadáver insepulto (2005)

Tomado* del folleto del Seminario Taller “Procesos de investigación y diversas escrituras” dictado por Arturo Alape del 1 al 5 de Diciembre de 2.005 en la Biblioteca del Centenario de Cali. El último día se hizo el lanzamiento de “EL cadáver insepulto” en ésta, su ciudad natal. (* Esta información aparece parcialmente en Wikipedia: http://es.wikipedia.org/wiki/Arturo_Alape ) . Para complementar recomendamos el extenso documento que aparece en clic AQUÍ , denominado: BIBLIOGRAFÍA DE Y SOBRE ARTURO ALAPE (28 páginas) Bibliografía que se está fijando para el proyecto de investigación SILC (Sistema de Información de la Literatura Colombiana), de la Maestría en Literatura Colombiana de la Universidad de Antioquia, 2003-2004.
Augusto Escobar Mesa Universidad de Antioquia aescobarm49@hotmail.com

Comentarios (algunos) a sus obras

Yo soy un libro en prisión
“En mi sentir, la condición de Alape como cronista no es inferior a su nivel de narrador de ficción o historiador. No sólo atornilla bien los datos, sino que es capaz de perfilar personajes, crear ambientes y ofrecer una visión global del tema que trabaja. Un pequeño suceso, un punto en el mapa o un individuo sin importancia aparente se convierte, con el lápiz de Alape, en crónicas deliciosas o conmovedoras, en pequeños mundos, en bisecciones de nuestra sociedad y nuestro tiempo”. Daniel Samper Pizano.

Sangre ajena
“Es el destino trágico de Ramón Chatarra – hasta ayer sicario de ‘Medallo’, en el cual sus agónicos recuerdos y experiencias de niñez y juventud por las calles de luz y oscuridad y sombras familiares de Bogotá y Medellín nos son contados durante seis o más meses de preguntas y conversaciones, a través de un supuesto escritor y primer narrador”. Carlos Vásquez-Zawadzki

Mirando al final del alba
“Un triángulo amoroso se desarrolla en esta novela en la que dialogan la vida, la historia y el mundo onírico con la creación literaria, el ejercicio investigativo como acto voyerista y el cine documental. Creación, investigación, realidad, cine y fotografía se unen en la confirmación de la memoria que rescata del olvido y contextualiza de manera sugestiva la época de la violencia al rendir homenaje a la vida de Quintín Lame y Juan de la Cruz Varela”. Luz Mary Giraldo

Río de inmensas voces... y otras voces
“¿Qué es lo que hace atractivo este libro? Dentro de la anomia que vive nuestro país, es una obra que recoge voces tan distintas en su expresión pero con un mismo centro en cuanto a aprehender y explorar nuestra múltiple cambiante realidad. Es el paso de un río con sus afluentes, de muchas aguas que corren con el tiempo de los hombres de nuestro continente, para seguir con la metáfora de Alape. Un libro que se lee y nos lee, en recíproca vía”. Juan Manuel Roca

Valoración múltiple sobre León de Greiff
Todo el proceso de búsqueda y reflexión que ha desembocado en esta Valoración múltiple sobre León de Greiff (1895-1976), está dirigida a presentar a un público latinoamericano lo que se ha pensado y escrito acerca de la obra y la vida del gran poeta colombiano. Los textos reflejan un amplio espectro de criterios y enfoques, que ofrecen un panorama del estado en que se encuentran las reflexiones críticas más representativas que se han producido en Colombia y América Latina en los últimos 60 años.

Ciudad Bolivar: la hoguera de las ilusiones
“...Por tal razón escalofría la lectura de un libro como la Hoguera de las ilusiones, con el cual Arturo Alape fue finalista del Premio de Periodismo Germán Arciniegas, que entrega la Editorial Planeta. Sorprende y escalofría porque da a conocer sin rodeos una realidad brutal: la forma de vida del adolescente colombiano de los estratos sociales de bajos recursos económicos, es decir de la gran mayoría de los adolescentes colombianos”.
María Mercedes Carranza.

Tirofijo: los sueños y las montañas
A pesar de sus reticencias, debo decirlo con sinceridad, Marulanda abrió para este texto, muchas voces sensibles de su memoria, que antes no las había confesado. Sin embargo, hubo muchos vacíos en los ámbitos recónditos de su personalidad que buscamos, en cierta medida, cubrir con los testimonios de sus compañeros.

Julieta, los sueños de las mariposas
“Arturo Alape ha poblado el espacio vacío con la presencia de las mujeres. Si Pigüita es el narrador, la mujer es la protagonista que aparece con su propia voz para nombrarse y autodefinirse o para ser buscada en la nostalgia del recuerdo”. Luz Mary Giraldo

Valoración múltiple sobre Tomás Carrasquilla
Sería apenas ilógico preguntarse la razón y el por qué de publicar una Valoración múltiple sobre Tomás Carrasquilla. Su vasta y reconocida obra-en su tiempo se le consideraba un clásico latinoamericano-, que totaliza once novelas, diecisiete cuentos, incluyendo, además la producción periodística de sus textos de crítica literaria, lo justifica y amerita sin lugar a dudas. Su obra es y seguirá siendo piedra angular, referencia obligada para cualquier estudio que se pretenda hacer sobre el desarrollo y el contexto de la literatura colombiana en este siglo.

Las vidas de Pedro Antonio Marín, Manuel Marulanda Vélez-Tirofijo-
“Este testimonio tiene el brío de “El Bogotazo”, pero su alta calidad literaria lo hace llegar más lejos y más hondo”. Eduardo Galeano

La Paz, la violencia: testigos de excepción
Por estas páginas pasan cincuenta opiniones de los más importantes jefes guerrilleros, de los comandantes del Ejército, los políticos y los gobernantes, los estudiosos de la paz y la violencia y las opiniones de los gremios económicos, en un gran fresco de voces que reflejan reflexiones de los protagonistas sobre una historia común que a todos nos afectó y nos continúa afectando profundamente. No son voces ligeras que se pronuncian a la luz de los acontecimientos inmediatos. Por el contrario, son voces decantadas por el tiempo, vueltas reflexivas y polémicas que afloran en una diversidad de visiones y enriquecen cualquier futuro análisis del fenómeno de la violencia en Colombia.

Noche de pájaros
Es la historia de la última noche de su protagonista anónimo, personaje observador, preso en las redes de sus recuerdos o imágenes de culpa quien, luego de presenciar una masacre en la casona liberal de Cali, transgredirá los signos del poder totalitario que determinan, a través del toque de queda, la soledad y el silencio de la ciudad nocturna, ciudad escindida de la diurna, alegre y bulliciosa”. Carlos Vásquez-Zawadzki.

El Bogotazo: Memorias del olvido
“...el libro más importante que se ha publicado en el país en los últimos años...”
“... una obra que desde todos los puntos de vista resulta imprescindible para entender la historia política, social y económica de Colombia en las décadas más recientes. Periodística, histórica y literariamente, el libro de Arturo Alape es de incalculable trascendencia...” Germán Vargas

El cadáver de los hombres invisibles
“Alape narra una sabiduría de la naturaleza y un lenguaje de la vida cara a cara con la muerte. Su creación si se la mide como testimonio cultural de nuestro territorio; sus valoraciones y muchas frases podrían leerse paralelamente a ciertas valoraciones del libro del Común de Guatemala o a ciertos capítulos de los Comentarios Reales referidos al sol y sus hazañas y progenie”. Augusto Pinilla.

Un día de septiembre: Testimonio sobre el paro cívico 1977
“La rudeza plástica y el ritmo elástico ( y a veces centelleante como un arma ligera) del lenguaje popular, constituye la calidad narrativa más apasionante de “Un día de septiembre” y son los que elevan el crescendo de la descripción hasta hacerla desbordar el carácter puramente documental con el presentimiento de una épica popular”. Eduardo Gómez

Las muertes de Tirofijo
“Las muertes de Tirofijo aporta a esa fase legendaria de la historia colombiana tanto como a una literatura que, apoyándose en lo documental, apenas empieza a escribirse en nuestro país”. Oscar Collazos

OTROS TEXTOS DE Y SOBRE ARTURO ALAPE SUGERIDOS

*** "LA VERDAD ESTÁ QUEBRADA" (El cadáver insepulto )
http://www.cambio.com.co/html/cultura/articulos/4088/
Foto: Arturo Alape, historiador y escritor
Carátula :
http://www.cambio.com.co/html/cultura/articulos/4088/libro.bmp

*** 'El cadáver insepulto', la nueva novela de Arturo Alape
EL TIEMPO, Eskpe/Libros/El cadáver insepulto. CLIC
AQUÍ Allí además:

Comentario de Javier Darío Restrepo sobre la novela de Arturo Alape . La crucifixión . El cadáver ilustre

*** CONTRADICCIONES DEL PROCESO DE PAZ
Por ARTURO ALAPE
Medios para la Paz Marzo de 2000
http://www.mediosparalapaz.org/index.php?idcategoria=930&resaltar=alape
Colombia todavía no tiene conciencia de la guerra que vive
La confrontación colombiana no es únicamente militar; es un proceso social, con un desarrollo histórico, y es una guerra de carácter político, como todas las guerras.
No se trata de luchar contra el secuestro, sino de luchar contra la guerra. El secuestro es una manifestación de la guerra, pero también tiene raíces económicas y sociales.
El discurso de la guerra no ha terminado, pero el discurso de la política podría detener el desarrollo del conflicto
Con despeje o sin él, el Caguán es zona de influencia de las Farc
Hacer política es ganarse a la opinión pública. Las Farc no lo están haciendo.

*** LA MIRADA PERDIDA Y RECUPERADA
(Mirando al final del alba, de Arturo Alape)
Por Carlos Vásquez-Zawadzki, Universidad del Valle

http://www.encolombia.com/educacion/unicentral4799cri-mirada.htm

*** ARTURO ALAPE EL INVESTIGADOR COLOMBIANO ANALIZA LA SITUACIÓN DE SU PAÍS EN CADA UNO DE SUS LIBROS
Un escritor que no tiene miedo de hablar de violencia
“Colombia está dividida no sólo por intereses económicos y políticos”
“Yo creo en el socialismo y es un sueño que nadie me lo va a quitar”
“Estuve en el inicio de las FARC, creí que todos podíamos vivir en paz”
Por Geobana Guerrero Abad
http://www.ultimasnoticias.com.ve/ediciones/2002/05/19/p58n1.htm 19 de Mayo de 2002

*** Entrevista con Raúl Reyes
Por: Arturo Alape
http://www.farcep.org/?node=2,763,1 04 de Abril de 2002

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5.- COMPLEMENTO A PCV-14
VIAJE FORZADO
EXTENSA Y EXTRORDINARIA entrevista del periodista alemán Peter Faecke con el escritor colombiano Arturo Alape.
Clic AQUÍ